Nuevo libro revela la verdadera "querida" de Paquirri: los detalles
El libro escrito por Alfredo Sánchez se titula “Paquirri en primera persona, la historia de una herencia” y revela detalles desconocidos sobre su vida.
La vida de Francisco Rivera no fue tan polémica mientras estaba vivo, como lo fue después de su muerte. La valiosa herencia que dejó atrás siempre fue una frontera que separó a sus dos familias.
En su más reciente libro el periodista Alfredo Sánchez, quien conoció al matador en persona, pretende develar algunos asuntos hasta ahora desconocidos: detalles sobre su legado y la identidad de su “querida”.
El torero Francisco Rivera "Paquirri". | Foto: Getty Images
AMADA CANTORA
Francisco Rivera fue un hombre que consiguió hacerse un nombre a punta de grandes sacrificios personales. Esto lo llevó a crear una sólida carrera en la industria taurina y a crear su propio patrimonio.
Entre las posesiones más queridas del torero se encuentra la icónica finca Cantora, en la que hoy habita su viuda. La que, según las palabras de Kiko, su madre había hipotecado sin consultar previamente con él.
El mismo Antonio Rivera, padre de Paquirri, se refería a esta propiedad como “la querida de Paco”. El periodista afirmó en su libro que la finca era una extravagancia que él se permitía, pues nunca fue rentable.
Llegó al punto de tener que poner dinero para su cuidado, pues para él era un hogar. En ella hizo vida familiar junto con la mujer que se convertiría en la viuda más famosa de España
SU VIDA ENTRE PÁGINAS
En la portada de este libro se puede ver a Francisco con Kiko en brazos, mientras abraza a Fran y Cayetano. Entre sus páginas se encuentran una serie de fotografías familiares inéditas sobre la vida hogareña del cordobés.
En 20 capítulos narró su trayectoria profesional y explicó la polémica que sigue generando su herencia. Ciertos pasajes están dedicados a Doña Ana, la madre de Isabel, a la cual estimaba mucho.
También se paseó por los dos matrimonios del torero, el primero con Carmen Ordóñez y el segundo con Isabel Pantoja. La familia del torero no le daba el visto bueno a Ordóñez, pues pensaba que él iba a deslucir frente a una jovencita tan esmeradamente educada.
En cuanto a Isabel Pantoja, ya era una cantante consagrada cuando la conoció.
UNA HERENCIA POLÉMICA
Aunque Francisco era un hombre de pocos amigos, tuvo una gran amistad con el doctor Ramón Vila. Ellos se conocieron tras una cornada que le dio un toro en la plaza de Sevilla.
En aquel entonces, el médico era cirujano en jefe de la Maestranza de Sevilla, lugar donde Paquirri recibió la atención necesaria. Vila se convirtió en su hombre de confianza y su albacea testamentario.
El doctor fue el responsable de mediar el reparto de la herencia entre las dos familias del torero: los Ordóñez y los Pantoja. “Te acordarás de mí cuando me muera, verás lo que te he dejado”, bromeaba el matador con Vila según Vanitatis.
Las duras negociaciones no concluyeron hasta que las partes firmaron el acuerdo para el reparto de la herencia. Esta se realizó en habitaciones separadas. Pantoja representó a su hijo y Paco a los hermanos Ordóñez.