Director se burla de profesora discapacitada sin saber que está siendo filmado - Historia del día

Ron se cuela en su clase de Literatura Inglesa para esconder unas chuletas para un próximo examen y acaba grabando un acalorado intercambio entre su director y su profesora de clase que cambia varias vidas para siempre.

"Es hora de convertir mis suspendidos en sobresalientes", murmura Ron mientras se apresura hacia su pupitre y, agachado, saca las chuletas que llevaba guardadas en el bolsillo de la chaqueta. Era su billete de oro para aprobar el examen del día siguiente.

Pegó las hojas bajo el pupitre y se puso en pie, dispuesto a abandonar el lugar. Pero oyó pasos fuera justo cuando se acercaba a la puerta del aula y se metió debajo del pupitre más cercano, acurrucándose en el espacio.

"¡Te falta un brazo, no el cerebro, Lucy! ¿Por qué te comportas de forma tan insensata?".

Ron se quedó boquiabierto al reconocer la voz. Era el director James, y se estaba burlando de su profesora, la señorita Clayton, por tener una prótesis en el brazo.

Ron se apresuró a sacar su teléfono del bolsillo, lo levantó hasta que la cámara captó a la pareja al frente de la clase y empezó a filmar...

"Te he dicho un millón de veces que te mantengas alejada de mí en la escuela", continuó el director James.

"Lo sé, pero no pude resistirme, Richard. Tus pantalones eran muy ajustados, ¿y por qué te pondrías algo así a menos que quisieras seducirme?".

A Ron casi se le cae el teléfono. "¿Qué demonios? ¿La señorita Clayton y el director James son pareja?".

El director James suspiró. "No podemos permitirnos correr riesgos, Lucy", dijo en un tono más suave. "Tenemos que pensar en nuestros trabajos y en nuestra reputación. Aún no me he divorciado y sería un escándalo que nos descubrieran".

"Lo sé, Richard. Tienes razón. Pero me gustaría que las cosas fueran diferentes".

Ron esperó a que los dos terminaran su conversación y salieran de la clase. Luego se sentó en su pupitre y vio el vídeo. No solo la calidad del audio era perfecta, sino que las caras de su profesora y del director estaban captadas en alta definición. Era demasiado perfecto.

Al día siguiente, Ron esperó a que todos los alumnos entregaran sus exámenes y salió de clase después de la prueba. Entonces se dirigió al pupitre de la profesora y le entregó una hoja en blanco.

"¿Qué significa esto, Ron? ¿Por qué tu hoja está vacía?". Levantó la vista y frunció el ceño.

"He pensado que sería estupendo que lo rellenara por mí, señorita Clayton, para poder sacar la mejor nota de la clase", respondió Ron con una sonrisa irónica.

"Bueno, muchos alumnos quieren eso, pero no va a pasar. La única nota que puedo ponerte por esto es un cero". Lucy levantó la hoja y lo colocó en el montón que había en el escritorio de su esquina con los exámenes de otros alumnos.

"A menos que quiera que todo el mundo se entere de su romance con el director James", sonrió Ron con suficiencia y puso el vídeo en su teléfono. Lucy palideció.

"Espero que sepa lo que tiene que hacer ahora, señorita Clayton. Si me pone una buena nota, este vídeo se queda conmigo. Si no, todo el mundo se enterará de lo que tienen". Ron paró el vídeo y salió de la clase.

El resto del día fue un infierno para Lucy. Su mente no dejaba de reproducir las amenazas de Ron y no podía concentrarse durante ninguna clase. Pero, por otro lado, lo veía como una oportunidad para sacar por fin a la luz su relación con Richard.

Así que esa noche, Lucy organizó una cena romántica y ensayó la mejor manera de dar la noticia sobre el chantaje de Ron. Tras unos minutos intentando abordar el tema con cuidado, fue al grano.

"Mi estudiante Ron filmó nuestra discusión de ayer en el colegio y ahora me está chantajeando", dijo. "Creo que deberíamos anunciar de una vez que somos pareja. No importa si tu divorcio aún no ha finalizado".

Richard dejó de comer y sacudió la cabeza. "Nunca lo estará".

A Lucy le dio un vuelco el corazón. "¿Qué? ¿Pero no dijiste que podría ser cualquier día?".

Y fue entonces cuando Lucy vio por primera vez al verdadero Richard. Nunca iba a divorciarse de su mujer. De hecho, ella no era la primera mujer con la que había tenido una aventura.

"Haz lo que dice ese chico o te despido. ¿Lo entiendes?", terminó.

A Lucy se le llenaron los ojos de lágrimas, pero asintió.

"¡Dilo en voz alta!". Caminó alrededor de la mesa y le inclinó la cabeza hacia atrás con dos dedos para encontrarse con su mirada.

"Lo entiendo", dijo ella dócilmente.

"Bien. Ahora, supongo que no estarás dispuesta a darme el postre...". Richard hizo una pausa y bajó la mirada hacia el pecho de Lucy. "Así que realmente no hay ninguna razón para que me quede".

Lucy pasó el resto de la noche y todo el sábado acurrucada en la cama, llorando contra la almohada. Ese amor que Richard le había demostrado todo este tiempo era solo una mentira.

Empezó a sentirse mal y pensó que era porque no había comido. Pero entonces, un horrible pensamiento se coló en su mente cuando abrió la nevera, y la visión de la comida le produjo náuseas.

Corrió a la farmacia y compró dos pruebas de embarazo. No había tenido su menstruación y, cuando comprobó el resultado, sus peores temores se hicieron realidad. Para asegurarse, volvió a hacerse la prueba. Estaba embarazada.

Lucy envió un mensaje a Richard, pensando que su embarazo podría empujarle a abandonar su matrimonio, a todas luces infeliz. Pero sus esperanzas se desvanecieron cuando él le pidió que lo interrumpiera.

Ese lunes, Lucy llevó cajas a la escuela y empezó a empaquetar cosas. Se marcharía de la ciudad sin que nadie se enterara. Unos golpes en la puerta del aula la sobresaltaron.

"¿Va a alguna parte?", preguntó Ron, acercándose a ella.

"Voy a renunciar. He decidido que ni tú ni nadie me va a intimidar. Mi parte en tu juego termina ahora", dijo Lucy, metiendo con rabia sus cosas en la última caja.

Lo levantó todo y se dio la vuelta para marcharse, pero no se dio cuenta de que su bolso no estaba bien sujeto. Se le resbaló de los dedos protésicos y el contenido cayó al suelo.

Ron se agachó inmediatamente para ayudarla, y ella estaba a punto de decirle que no necesitaba su ayuda, pero sus ojos se posaron en la prueba de embarazo que estaba junto a su barra de labios en el suelo.

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"¡Dame eso!", gritó mientras se abalanzaba para recogerla. Pero llegó demasiado tarde.

"¿Esto también es parte de la razón por la que se va?". Ron la miró mientras sostenía la prueba de embarazo positiva que había traído al colegio para enseñársela a Richard. "Es el director James, ¿verdad?".

"¡Malditas hormonas!''. Lucy estalló en lágrimas. ''Estás soñando si crees que te voy a contar algo, Ron. Solo quieres más información para chantajearme, y ya te he dicho que no voy a entrar más en tu juego".

"No hace falta, señorita Clayton; sé leer entre líneas". Ron recogió el resto de sus pertenencias del suelo y las puso sobre su escritorio. "Parece que se rinde y huye del problema. Y si va a huir de todos modos, ¿por qué no hacerlo con estrépito?".

Ron dejó una memoria USB sobre el escritorio de Lucy, le hizo un saludo simulado y se dirigió a la puerta. Contenía el vídeo con Richard.

El primer instinto de Lucy fue destruirlo y marcharse como había planeado. Pero sonrió al darse cuenta de que era la forma perfecta de desenmascarar al tramposo y manipulador que era Richard.

Unos meses más tarde...

El auditorio estaba lleno de profesores, alumnos y familiares, con una pancarta en la que se leía "Felicidades, promoción de 2023". Lucy estaba sentada entre los demás profesores, girando ansiosamente su pendrive. "No es demasiado tarde para cambiar de opinión", pensó. "No hay por qué avergonzarse de marcharse...".

Pero últimamente había visto cómo miraba Richard a Elisa, la profesora de Física de décimo. Estaba claramente dispuesto a pasar a su siguiente conquista, y Lucy se sintió obligada a protegerla de él.

Richard subió al estrado. "Este es un día de triunfo para cada alumno que se gradúa hoy aquí", dijo al comenzar su discurso.

El público asintió con la cabeza y los susurros se convirtieron en una charla silenciosa a medida que el discurso de Richard se alargaba. Lucy no podía creer que nunca se hubiera dado cuenta de lo ególatra y fanfarrón que era. Después de lo que parecieron horas, por fin terminó.

"... En conclusión, graduados, al embarcarse en este próximo capítulo de sus vidas, recuerden que el mundo les presentará obstáculos y contratiempos en el futuro. Sin embargo, es en esos momentos cuando debemos apoyarnos en nuestros valores morales y familiares para capear el temporal. Enhorabuena, promoción 2023". Richard aplaudió.

Ahora le tocaba hablar a Lucy, que era la profesora de registro de la promoción. Comenzó con una breve mención de los altibajos del curso escolar mientras se proyectaba una presentación de diapositivas en el retroproyector. A continuación, dedicó unas palabras amables a cada alumno, incluido Ron, y felicitó a toda la clase.

Por último, respiró hondo para calmar los rápidos latidos de su corazón y miró el portátil conectado al retroproyector.

"Para finalizar, quiero dirigirme a todos ustedes en un tono más serio", dijo. "A las chicas de esta clase, nunca se involucren con una basura que jugará con su corazón, las dejará embarazadas y luego las abandonará. Y a los chicos, espero que siempre asuman la responsabilidad de sus actos y no huyan como cobardes".

Lucy pulsó play en el vídeo y se marchó.

Pero pronto se oyó un coro de abucheos y gritos de enfado, y se dio la vuelta. Todos estaban insultando al director James.

Uno de los profesores le hizo señas a Lucy para que subiera al escenario. "No te vayas, Lucy", le dijo. "Has hecho lo correcto y queremos que te quedes a celebrar la graduación".

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