Chica pasó 3 años en cama con dolor extremo. Murió de enfermedad que los expertos se niegan a creer
Ella sufría profundamente cada vez que visitaba el hospital.
Los últimos tres años de la vida de Merryn Crofts fueron en una cama, mientras sufría un fuerte dolor a causa de una enfermedad que muchos profesionales negaron.
Mirror cuenta que la joven que recién cumplió sus 21 años de edad padecía Encefalomielitis miálgica severa, conocida como ME, una enfermedad neurológica que se dice que afecta a más de 17 millones de personas en todo el mundo.
Desafortunadamente, muchos profesionales de la medicina se niegan a creer en la existencia de este mal. Pero la madre de Merryn cuenta cómo tuvo que vivir junto a su hija la tortura de la enfermedad, mientras los médicos tomaban conciencia sobre su existencia.
"Merryn estaba avergonzada de tenerla. Con bastante frecuencia, si se le preguntaba, ella diría que tenía una enfermedad neuroinmune. Eso es porque todavía hay un estigma en torno a la enfermedad, incluso en la comunidad médica, y hay mucha información errónea al respecto por ahí. Eso tiene que cambiar", afirmó la madre, Clare.
La madre renunció a su trabajo para dedicarse a su hija y cuidar de su enfermedad, que comenzó cuando ella tenía 15 años de edad, y se manifestó a través de una hinchazón en su rostro y manos.
Las condiciones fueron empeorando y los doctores pensaron que se trataba de algo psicológico.
"Un médico nos dijo que si podían descartar todo lo demás, entonces quizás pudieran diagnosticar la enfermedad. Otro solo dijo que no creía en eso y eso fue todo", dijo Clare.
Conoce la historia completa en el siguiente video:
Finalmente, Merryn fue a ver a un especialista en una clínica privada y fue diagnosticada con EM severa. En septiembre de 2012, un consultor en Wigan también acordó que Merryn estaba sufriendo con la condición.
Clare dijo: "Siempre fue una batalla. ME es reconocido por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad neurológica, y lo ha sido desde la década de 1960, existen guías, pero aún así los médicos nos decían que no creían en ello. Fue como golpearse la cabeza contra una pared de ladrillos".
Mientras tanto, Merryn padecía los terribles síntomas de la enfermedad. Permanecía en una silla de ruedas, desarrolló una sensibilidad dolorosa a la luz, el ruído y el tacto. Tuvo que soportar calambres en el estómago y dolor en las articulaciones y comenzó a tener convulsiones.
Una vez, ella contó lo que estaba viviendo en una publicación de un blog:
"Tener EM grave es como estar atrapado en tu propio cuerpo todos los días. No hay descanso, estás en cama todo el día todos los días. Te arrebata las cosas más simples, como poder lavarte, incluso en la cama. Ser atendido de todas las formas posibles. En un dolor terrible, de todo. No poder hablar por teléfono o recibir visitas, y sentirse peor al decir que no cada vez que alguien pregunta nuevamente.
Meses y meses en el hospital. Infecciones severas, problemas respiratorios. Baja inmunidad, problemas en cualquier lugar y en todo el cuerpo. Parálisis. Hipersensibilidad severa. La lista es interminable, y si físicamente pudiera escribir, continuaría: por favor, divulga esta enfermedad y recuerda a todos nosotros y todos aquellos que han perdido la vida".
Su condición empeoró cada vez más e ir al hospital era una completa tortura. No podía alimentarse por su propia cuenta, la sonda era su única opción, así que comenzó a disminuir de peso significativamente.
Ella sabía que ir al hospital era terrible, sufría mucho y sentía mucho dolor. Un día decidió que no podía soportarlo más y le dijo a su madre que era la hora de despedirse.
Como consecuencia de la negligencia por parte de los profesionales, la familia no conoce aún cuáles fueron las razones exactas sobre el fallecimiento de Merryn. Evidentemente su enfermedad fue determinante en su estado de salud, pero los profesionales no la consideran como la causa de su deceso.