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Violencia obstétrica deja a recién nacida en coma. Mamá expone negligencia de enfermeras

Diego Rivera Diaz
07 abr 2018
09:34

"Si te gustó abrir las piernas, ahora aguanta", se burlaban las enfermeras de Laura Cáceres durante su parto. Meses después, su hija sigue en coma.

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Según reporta Upsocl, la violencia obstétrica es un problema de repercusiones globales, que afecta a mujeres de todas las edades de formas terribles. Un ejemplo es el caso de Laura Cáceres, una joven que debió acudir al hospital antes de su cita de parto, debido a contracciones anticipadas intolerables.

Laura llegó apenas dos horas antes de su cita, pero fue ignorada por las parteras del Hospital de Morón, en Buenos Aires, Argentina. Le dijeron que esperara a la hora programada, pero Cáceres insistió, señalando que su bebé fue diagnosticado de taquicardia, y que sus dolores intensos podían ser señal de algún problema.

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Pero le respondieron que la taquicardia no es una condición riesgosa, y que tendría que esperar a la hora. Cáceres no comprendía la falta de atención y el dolor empeoraba, ante lo cual le dijeron "Si te gustó abrir las piernas ahora aguanta", mientras jugaban en sus celulares.

"Las parteras me dijeron que el turno era más tarde y me hicieron esperar. Les pedía por favor que me ayudaran y me dijeron que me aguantara, que no podían estar gastando guantes cada vez que me revisaban"

"Estaban con el celular, me gritaban que dejara de llorar, que les estaba rompiendo los oídos. En la historia clínica pusieron que me revisaron cada diez minutos y nunca lo hicieron. Echaron a mi marido porque si no, el médico no entraba a la sala de parto, fue todo una pesadilla".

Luego de 14 horas esperando, Cáceres fue llevada en camilla con el doctor, que le dijo que comenzara a pujar de inmediato.

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"Comencé a pujar y mi hija quedó trabada. Empezaron a hacer toda clase de maniobras para sacarla pero no podían. Lo lograron quebrándole el hombro derecho y moviéndole la cabeza para todos lados. Salió asfixiada, la reanimaron y la entubaron", cuenta Laura.

Y Cáceres tenía razón. La taquicardia de su hija, Alma, y la tardía respuesta del personal del hospital resultaron en que necesitara un respirador artificial apenas nació. Además, la fuerza con que fue jalada del vientre la asfixió por un instante, causando daño cerebral irreversible.

Cinco meses después, Alma sigue en coma y conectada a un respirador artificial debido a la asfixia que sufrió al nacer. Y el caso de Laura no es para nada único. En el mundo entero, la mujer es tratada como un objeto cuyo único propósito es crear bebés, especialmente en los sistemas de salud públicos.

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