De todos los animales del refugio, chico escogió al perro más viejo, sordo y medio ciego
Se llevó consigo a un perrito de 14 años de edad, que había esperado por muchísimo tiempo a que alguien quisiera ser su amigo de nuevo.
Según reporta The Dodo, en noviembre de 2017, Shey, un perro poodle de 14 años, fue abandonado en el refugio Animal Rescue League, de Iowa, por una devastadora razón: Su familia iba a mudarse, y no se lo llevarían a su nuevo hogar.
Por los primeros cuatro meses, Shey esperó y esperó en el refugio a que alguien lo recogiera. Él sufría de una enfermedad dental y jamás había sido castrado, así que el refugio le fijó una cita para la cirugía y cuidado veterinario. Solamente uno de sus dientes no estaba completamernte podrido.
Siendo, sordo, medio ciego y casi completamente desdentado, no es como que se hubiese personas haciendo fila para adoptarlo.
Pero cuando un joven chico llamado Tristan entró una noche al refugio recientemente, nada de eso importó. Él y su mamá estaban buscando un pequeño perrito que disfrutara las caricias, y el refugio supo que Shey sería perfecto para eso.
"Shey es súper dulce y quiere estar cerca de personas constantemente", cuenta Jessica Jorgenson, coordinadora de contenido digital del refugio. Tristan se sentó muy emocionado, listo para conocer a su nuevo amiguito. Cuando el personal puso a Shey en el regazo de Tristan, su rostro era dicha pura.
"Shey estaba muy cómoda con Tristan desde el principio", dijo Jorgenson.
Mientras el personal de adopción explicaba las necesidades especiales de Shey, Tristan escuchó cada palabra, dispuesto a hacer todo lo posible por el dulce perrito que tenía en sus piernas.
"Él entendió que Shey no podía escuchar lo que pasa y no podría ver con mucha claridad, así que será muy lento en sus acciones", dijo Jorgenson. "Él fue muy respetuoso de lo que Shey puede y no puede hacer".
Al inspeccionar el historial médico de Shey, Tristan incluso sacó el calendario de su teléfono y comenzó a anotar cada cita veterinaria para sus vacunas. Le dijo al personal sobre el sitio especial que le preparó en su habitaicón.
"Estaba tan preocupado por las necesidades de Shey", dijo Jorgenson. "Tristan es muy maduro para su edad, e hizo muchas preguntas".
Al ver cuán listo para tener un perro estaba el chico, la decisión fue fácil. El hecho de que fuese tan responsable y considerado como para adoptar a un perrito anciano fue otra excelente señal. Ahora, cómodo en casa con su familia, Shey ya tiene un nuevo lugar favorito, en los brazos de Tristan.
Si bien la espera de Shey por una familia tomó meses luego de ser abandonado, Tristan hace todo lo posible por recuperar el tiempo perdido. "Shey está muy contento", dijo Jorgenson. "Acurrucarse es su actividad favorita en el mundo, y le agarró cariño de una vez a Tristan".