Mamá oye gemidos en monitor de bebé. Corrió a la alcoba y vio que el bebé se puso azul
Luego de varios intentos fallidos por comenzar una familia, la pareja adoptó a un gatito negro de orígenes callejeros.
Según reporta Relay Hero, Roy y Bernita Rogers querían comenzar una familia luego de casarse, pero 3 veces seguidas, Bernita dio a luz prematuramente, y los bebés no sobrevivieron. Ella empezó a creer que había un "agujero" en ella, y que jamás sería capaz de rellenarlo.
Entonces, un gatito negro callejero entró en sus vidas. Era amoroso, exigía atención y era muy inteligente. Tuvieron que adoptarlo. Su nombre era Midnight, y resultó ser el amuleto de buena suerte que necesitaban. En menos de un año, Bernita estaba embarazada.
Dio a luz a una niña saludable y feliz, llamada Stacey. Naturalmente, dado su historial, Roy y Bernita eran muy protectores con Stacey, y se aseguraban de que el monitor para bebés que usaban siempre estuviese encendido. Midnight también disfrutaba posarse cerca y vigilar a Stacey.
A las seis semanas de edad, Stacey se enfermó. Su doctor le explicó que era un tipo de resfriado que estaba circulando, y que estaría bien. Ya en casa, Bernita puso a Stacey en su cuna para su siesta vespertina y fue escaleras abajo a pasar tiempo con sus padres, que estaban en la sala visitando.
A medida que disfrutaba de su tiempo juntos, Midnight bajó corriendo ls escaleras y saltó en su regazo, volvió a bajarse, y luego a montarse y bajarse repetidas veces. Bernita sabía que quería su atención, pero al estar entretenida con sus padres, lo ignoró.
Visiblemente frustrado, Midnight corrió escaleras arriba. Momentos después, el monitor del bebé emitió el sonido más horrible y atemorizante posible, una especia de fúrico chillido y alarido. Aterrada inmediatamente, Bernita se puso en pie de un salto y corrió a la alcoba.
Lo que vio al llegar le hizo entender cuánta buena suerte les había traído Midnight a sus vidas. Mira el video a continuación.
Stacey estaba muriendo en su cuna por una falla respiratoria, y su muerte, silenciosa, hubiese pasado desapercibida si no hubiese sido por el valiente e inteligente felino, que supo llamar la atención de Bernita cuando era más importante.
12 años después, Stacey es una niña feliz y saludable. ¡Todo gracias a Midnight!