Mamá argentina que asesinó a su hijo de 3 años confiesa el horrendo crimen

Solemos relacionar la noción de una madre con la protección ferviente de los hijos. Pero casos como éste demuestran que a veces es muy diferente.

Según reporta Te Importa, Ana Cecilia Gómez, la mujer de 26 años que causó polémica en Argentina tras denunciar la desaparición de su hijo de 3 años, Alexis Mamaní, finalmente ha aceptado su culpabilidad en la trágica muerte del inocente pequeño.

En sus primeras declaraciones, Gómez dijo que su hijo se le soltó de las manos "como por arte de magia" y desapareció. Pero la policía halló inconsistencias en su declaración, así que decidieron interrogarla de nuevo y profundizar la investigación.

Entonces Ana Cecilia colapsó en llanto y admitió que fue ella quien lo asesinó.

Reveló dónde arrojó el cadáver y dejó de responder las preguntas de los investigadores. Las autoridades fueron al lugar, donde hallaron el cuerpo de Alexis en las aguas del río Zapla, a 3 kilómetros de donde su madre lo abandonó, 24 horas luego de su supuesta desaparición.

El fiscal encargado del caso, Diego Cussel, dijo que el niño murió por múltiples traumatismos craneoencefálicos. El forense, Robles Avalos, dijo que el pequeño fue golpeado brutalmente y luego arrojado al agua. Gomez lo habría golpeado con una roca, estrangulado y arañado.

Los testigos manifestaron que la madre habría prometido llevar a Alexis al parque y a visitar a una amiga, y que el niño estaba emocionado y bien vestido para el paseo. En el camino, Gómez decidió terminar con su vida, aunque no se sabe la razón. En una declaración, la mujer expresó que:

"Así como le di la vida, se la quité"

Según la policía, se mostró fría durante casi toda la entrevista, y lloró pocos minutos antes de componerse. Ahora enfrenta cargos de homicidio agravado. Aún no se sabe si hubo cómplices, pero al parecer la corta vida de Alexis fue un infierno, marcado por denuncias de posible abuso sexual.

El padre de la víctima está preso por agresión sexual intrafamiliar. Esperemos que el caso de Alexis inspire un cambio en las leyes y organismos de protección, para evitar que se convierta simplemente en otra estadística más.