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Perrita se negó a comer después de que dueño murió. Todo cambió cuando ella se acercó al ataúd

Diego Rivera Diaz
13 may 2018
23:56

Pasaba todo el día paseando entre la puerta y la ventana, siempre esperando que su dueño volviera finalmente. Hasta el día del funeral.

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Según reporta Upsocl, está más que comprobado que los animales son tan capaces de sentir amor y dolor como nosotros. El mejor ejemplo es esta perrita, quien tras 13 largos años junto a su amoroso dueño, un día no volvió a verlo más. El hombre había muerto, pero no había forma de que la perrita lo supiera.

El dueño falleció súbitamente de un infarto, y ella estaba a su lado. "Después de que los paramédicos fueron a su casa y no pudieron revivirlo, Sadie se acostó a su lado e intentó poner su cabeza debajo de su mano varias veces", dijo Jeremy May, miembro de una funeraria de la zona. Fue May quien compartió la historia.

La viuda y los parientes del difunto estaban devastados, pero Sadie parecía no poder superarlo. Por días la perrita lucía destrozada, y no lograba conciliar el sueño sola, o siquiera comer. "Pasaba los días junto a la ventana y la puerta esperando su regreso", contó Jeremy. Pero eso cambió el día del funeral.

Mira la foto del momento a continuación.

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La viuda llevó a Sadie a despedirse por última vez de su dueño. La perrita fue tratada como otro miembro de la familia, con una cálida recepción.

"El perro era tan importante como una esposa o un hijo, por lo que era importante que permitiéramos que sucediera. Cuando Sadie se acercó al ataúd, ambos pudieron sentir y escuchar la emoción de los invitados. No habían ojos secos en la habitación. Fue un momento emocionante", contó May.

Fue ese momento de despedida lo que quizás permitió a Sadie entender que su dueño se había ido para siempre. Luego de mirarlo largo rato, al volver a casa, la perrita finalmente pudo comer y dormir, y mostraba un mejor humor. Ahora ella y su dueña juntas se apoyan en el luto.

May explicó que no todas las funerarias son así de comprensivas con los miembros más peludos de la familia.

"Si alguien duda alguna vez del nivel de comprensión y capacidad emocional que tienen nuestros perros, esta experiencia debe servir", explicó May. "Nuestras mascotas también necesitan cierre. Sienten pérdida y dolor", concluyó.

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