Lucía Méndez y Luis Miguel: un romance con una diferencia de edad de más de 10 años
En una entrevista reciente con Yordi Rosado, Lucía Méndez reveló detalles sobre su relación con Luis Miguel, cuando ella tenía 30 y él era menor de edad.
La actriz y cantante Lucía Méndez conquistó corazones tanto en la pantalla como en persona. Su belleza y su personalidad carismática le han granjeado el amor del público y de hombres talentosos que se han sentido hechizados por sus encantos.
Dentro de su biografía sentimental se cuenta un episodio muy peculiar: el que vivió con el afamado cantante Luis Miguel durante los años ochenta.
UN ENAMORADO INSISTENTE
Durante la larga entrevista de más de una hora que concedió la legendaria artista a Yordi Rosado, Lucía Méndez contó montones de anécdotas de su vida. Habló sobre su infancia y su profesión, sus colegas y sus amores.
No podía faltar, en esta charla a corazón abierto, el momento de hablar de su romance con Luis Miguel. Según cuenta, cuando conoció a “Micky”, ella consideró que “era muy espléndido”, pero no por eso quiso nada con él en un principio. Él, sin embargo, insistió.
La colmaba de atenciones, le enviaba regalos, y desplegaba todos sus numerosos encantos para que ella aceptara salir con él. Durante algún tiempo, Lucía se resistió: sabía que tenían mucha diferencia de edad, y eso la frenaba. Pero él no se dio por vencido.
“Llegó un momento en que Luis Miguel era tan amable, tan guapo, tan atento, tan todo que sí caí, obviamente”, confesó.
UN BREVE E INTENSO ROMANCE
La relación entre ambos no fue muy duradera, pero Lucía Méndez la recuerda con mucho cariño. En total, según ella recuerda, salieron durante “tres, cuatro meses”.
“Yo me sentía rara porque yo le llevaba aparentemente diez años y no era así: él tenía 17 y me engañó”, confesó. “Él me dijo que tenía 20”.
Cuando descubrió el engaño se lo tomó muy en serio. Es que, además, representaba un delito: “Micky” era menor de edad. “Hubiera ido a la cárcel”, afirma.
De esos días recuerda muchas anécdotas alocadas, como la de la vez en que debieron lidiar con una inundación ocasionada en el jacuzzi, o cómo él intentaba cuidarla cuando ella se pasaba de copas y montaba una escena.
MUY MADURO PARA SU EDAD
Pese a los trece años de diferencia, afirma Lucía Méndez que por entonces era una chica muy alocada y un poco inmadura. Él, por su parte, ya había vivido mucho y había ganado una madurez notable.
“Teníamos muy buena comunicación”, destaca. "Yo tenía 30 pero mi madurez era de 25, mentalmente", añade. "Y él tenía 17 pero en su cabeza tenía 25".
Si bien la diferencia de edad no dejó que ella pudiera tomarse la relación en serio y enamorarse de él, los recuerdos son dulces.
Los suyos, cuenta, “son de los besos que puedo dejar guardados”. El único motivo por el que la relación no funcionó fue, para ella, la diferencia de edad: “Yo no me enamoré tanto de él porque siempre consideré que no era correcto”.