El príncipe Harry y Meghan Markle están casados
Los votos matrimoniales del Príncipe Harry y Meghan Markle resultaron demasiado familiares, pero igual de conmovedores.
La pareja se dijo el ‘Sí, acepto’ delante de familiares y amigos en la Capilla San Jorge de Windsor, Inglaterra, y se mostraron completamente a gusto durante la ceremonia formal, reportó ET Online.
En un momento dado, un encantador Harry, vestido con su uniforme militar, hizo que la novia y la congregación se rieran. Parece que le estaba diciendo a Meghan: "Lo estoy arruinando".
La ceremonia fue oficiada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, e invitó a la pareja a unir sus manos para declararse sus votos, que eran tanto tradicionales como sentidos.
“Yo, Harry, te tomo, Meghan, para ser mi esposa, tener y aferrarme, de este día en adelante; para bien, para mal, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, para amarte y apreciarte, hasta que la muerte nos separe; de acuerdo con la santa ley de Dios. En la presencia de Dios hago este voto”, afirmó el pelirrojo.
Luego fue el turno de la ex actriz: “Yo, Meghan, te tomo, Harry, para ser mi esposo, tener y aferrarme, de este día en adelante; para bien, para mal, en la riqueza, en la pobreza, en la enfermedad y en la salud, para amarte y apreciarte, hasta que la muerte nos separe; de acuerdo con la santa ley de Dios. En la presencia de Dios hago este voto”.
La razón por la cual los votos de Harry y Meghan son idénticos es porque son los votos matrimoniales oficiales de la Iglesia de Inglaterra, reporta Actitud Fem.
Tanto la familia real como los recién casados son miembros de la Iglesia de Inglaterra, por lo que la pareja usó los votos tradicionales de todas las bodas.
"Padre, con tu bendición permite que estos anillos sean un símbolo de amor y fidelidad sin fin para Harry y Meghan, para recordarles el voto y el pacto que han hecho este día, por medio de Jesucristo nuestro Señor. Amén", declaró el arzobispo.
Harry luego cariñosamente puso el anillo en el dedo de Meghan y dijo:
“Meghan te doy este anillo como una señal de nuestro matrimonio. Con mi cuerpo, te honro, todo lo que soy te doy, y todo lo que tengo lo comparto contigo, dentro del amor de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo”.
Siendo el turno de ella, recitó las mismas palabras, sin dejar de sonreír.
¡Fue entonces cuando el arzobispo los proclamó marido y mujer, y se escucharon los aplausos de la congregación! El coro comenzó a cantar un himno en su honor.