Los científicos recrean las bases de la cara de Dios en base a la imagen que los cristianos tienen
La cultura popular nos haría creer que el Dios cristiano es un anciano caucásico, severo y sabio, con barba blanca. Pero parece que muchos cristianos de Estados Unidos han superado el estereotipo.
No importa cuántas veces se haya reproducido esta imagen en el arte y la literatura, pero los psicólogos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill han creado un "rostro de Dios" compuesto, creado a partir de la imaginación de 511 cristianos en EEUU, y según divulgó Science Alert, la imagen resultante no es la esperada.
Los hallazgos de la investigación realizada por Journals.plos.org, revelan que a medida que EEUU se vuelve cada vez más diverso, muchos cristianos imaginan a Dios más joven, más femenino y menos caucásico de lo que siglos de representaciones culturales nos harían creer.
A los participantes en el estudio se les pidió que peinaran entre cientos de pares faciales y eligieran el que creían que representaba mejor a Dios.
Luego, utilizando una nueva técnica que agrega las imágenes seleccionadas a un rostro humano, los investigadores pudieron reconstruir una especie de "representación comunitaria" borrosa de Dios.
Imagen tomada de: Pixabay
Según el equipo de Plos, este estudio es importante porque le da un rostro a la conciencia colectiva de los cristianos estadounidenses, proporcionando una idea de cómo este grupo se entiende a sí mismo y al mundo.
En resumen, el rostro de Dios es una ventana hacia la mente de Dios y, a su vez, a la nuestra.
Estudios previos han demostrado que nuestras suposiciones sobre las personas tienen un impacto directo en la forma en que visualizamos sus rostros. Por ejemplo, si crees que Dios es un ser amoroso, probablemente lo imaginarás con una gran sonrisa en su rostro.
Para comprender mejor la psicología que subyace en los resultados, los investigadores pidieron a un grupo separado de personas que calificaran las imágenes de "Dios" en función de la edad, el sexo, el atractivo, la raza, el cariño y la fuerza.
Los hallazgos revelan que varios factores físicos y psicológicos -incluida la afiliación política, la edad, el atractivo y, hasta cierto punto, la raza- influyeron en las percepciones cristianas de los estadounidenses sobre Dios.
Por ejemplo, los investigadores encontraron que los liberales eran mucho más propensos a creer en un Dios más joven, más femenino y más amoroso. Por otro lado, los conservadores tienden a ver a Dios más caucásico y poderoso.
"Los conservadores visualizaron un Dios que era más adecuado para satisfacer su motivación para el orden social, mientras que los liberales visualizaron un Dios que era más adecuado para satisfacer su motivación de tolerancia social", teorizaron los investigadores en su estudio.
La siguiente imagen muestra el rostro de Dios para los cristianos liberales a la izquierda y para los cristianos conservadores a la derecha.
Los resultados sugieren que los prejuicios culturales, derivados de la ideología política, tienen un impacto directo en la forma en que las personas entienden la mente y el mensaje de su Dios, lo cual no es sorprendente si tenemos en cuenta las investigaciones anteriores.
"Estos sesgos podrían haber surgido del tipo de sociedades que los liberales y los conservadores quieren", dijo el autor principal del estudio, Joshua Conrad Jackson.
Investigaciones anteriores muestran que los conservadores están más motivados que los liberales para vivir en una sociedad bien ordenada, una que estaría mejor regulada por un Dios poderoso.
Por otro lado, los liberales están más motivados para vivir en una sociedad tolerante, que sería mejor regulado por un Dios amoroso, explicó.
Los datos demográficos como la edad y la raza también fueron factores importantes.
Por ejemplo, los cristianos estadounidenses más jóvenes eran más propensos a imaginar un Dios más joven, mientras que los afroamericanos eran más propensos a creer en un Dios que parecía más afroamericano que la mayoría de los caucásicos.
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Los investigadores también encontraron que las personas que se autoidentificaban como atractivas, eran más propensas a imaginar a Dios con un atractivo similar.
Además, hay un estereotipo de Dios que los cristianos en Estados Unidos simplemente parecen no desechar. El estudio encontró que tanto hombres como mujeres creen abrumadoramente en un Dios de aspecto masculino.
Estos patrones probablemente se explican por los prejuicios culturales, las motivaciones basadas en el grupo y el deseo humano de vernos en el centro del universo.