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Perra cuyas patas fueron amputadas tras ser rescatada en mercado de carne, aprende a caminar de nuevo

Georgimar Coronil
21 jun 2018
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Aunque para los occidentales los perros son miembros de la familia, en algunos países orientales solo son otra fuente más de carne animal, tal y como lo tuvo que experimentar una perra llamada Chi Chi.

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Un triste ejemplo de ello, es la gran matanza que ocurre anualmente en China, en el marco del festival de Yulin, donde se consumen miles de kilos de carne de perro en medio de la celebración del solsticio de verano.

Cada año, infinidad de mascotas son sustraídas de sus hogares para ser cocinados y vendidos a los asistentes, sin que haya algún tipo de intervención por parte de las autoridades para proteger a estos indefensos animales.

El consumo de carne de perro es común en algunos lugares de Asia, incluyendo Corea del Sur, donde fue torturada Chi Chi, quien fue colgada de sus patas para “mejorar el gusto de su carne”, antes de ser preparada en una sopa.

De acuerdo a lo reseñado en UPSOCL, por razones desconocidas, los granjeros que torturaron a la golden la abandonaron en lugar de comérsela y fue rescatada por animalistas que gestionaron su traslado en avión hacia EE.UU.

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Desafortunadamente, el daño en sus extremidades fue tal, que sus patas debieron ser amputadas para poder preservar su vida, a pesar de que quedaría imposibilitada para caminar nuevamente.

Hoy en día, Chi Chi ha vuelto a caminar luego de recibir unas prótesis especiales para animales, de última tecnología, gracias al ortopedista Derrick Campana.

El especialista conoció del doloroso caso de la golden, por lo que se trasladó al hogar donde fue acogida por Richard y Elizabeth Howell, para colocarle las prótesis él mismo.

Por eso hago este trabajo: ver a una perra como Chi Chi corriendo con cuatro prótesis y una sonrisa, dijo Campana luego de colocarle cada una de sus nuevas extremidades a la feliz y renovada canina.

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El especialista comentó que sus extremidades tuvieron que ser amputadas debido a que al colgarla de las patas, cortaron el suministro de sangre hacia ellas, pero que gracias a su fortaleza y la ayuda de personas solidarias, logró tener una nueva oportunidad de vivir.

Las organizaciones concientizadas con la protección de los animales, han hecho infinidad de peticiones para eliminar este tipo de prácticas en Asia, pero la tradición en los países de ese continente está muy arraigada en sus habitantes.

Para los occidentales, más que una tradición, este tipo de ritos y prácticas solo fomenta la crueldad, sin tomar en cuenta el dolor ni las emociones de animales tan nobles como los perros.

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