Adolescente queda flotando en el océano por 10 horas y dice que se salvó porque habló con Dios
Adolescente de vacaciones sobrevive casi 10 horas en el agua frente a la isla de St. Simons.
Después de haber pasado por un susto realmente grande por una desventura en el mar, un adolescente de Louisiana está agradecido de estar vivo.
The Western Journal reporta que Blake Spataro, de 19 años de edad, estaba pasando vacaciones cuando de repente se encontró al borde de la muerte en el Océano Atlántico.
Esto ocurrió el pasado 10 de julio. Spataro estaba en aguas poco profundas en la isla St. Simons, en Georgia.
Mientras estaba tomando un baño en el mar vino una poderosa marea que arrastró su cuerpo indefenso al mar. En ese momento empezó a gritar y a pedir ayuda, pero el sonido del viento impedía que su voz se escuchara y las olas silenciaron sus gritos.
Spataro pasó 10 horas varado en el Atlántico, tratando de conservar la energía y flotando sobre su espalda. Este dijo que si no fuera por la fe que siempre tuvo en ese momento difícil, él no hubiera sobrevivido. Spataro pasó toda la noche solo.
“No quería morir por ahí”, dijo Spataro. “Estuve hablando con Dios toda la noche”.
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Mientras tanto, la Guardia Costera de los EE.UU estuvo realizando una búsqueda para tratar de encontrar a este adolescente desaparecido. Su padre, Kirk Spataro, pasó la noche buscando frenéticamente en las costas, gritando el nombre de su hijo, sin tener respuesta.
Por su parte, su madre, Janice Dansby Spataro, no estaba en este viaje con su hijo. Cuando descubrió que había desaparecido, Janice tuvo una fuerte sensación de que su hijo se encontraba dentro del mar.
Janice también confió en su fe para calmar su ansiedad y para rezar por que su hijo aparezca. Ella pasó toda la noche también, de la misma forma como la pasó Spataro, orandole a Dios.
“Sabía que estaba en el agua, lo sentí”, dijo Janice.
“Le rezaba a Dios toda la noche”, continuó. “Estaba rezando, y me acerqué a las redes sociales para pedir oración porque hay poder en la oración”.
Spataro, al final, logró salir ileso, aparte de la ligera deshidratación que llevaba. Consideró sus vacaciones como “las peores”, pero también las más emocionantes.
Siente que por esto que le pasó, puede demostrar que está bendecido por estar vivo.