Cachorrita leal se niega conmovedoramente a abandonar la tumba de su dueña (video)

Quien diga que los animales como los perros no tienen emociones, debe ver este conmovedor video.

En septiembre de 2017, la madre de 86 años de Theresa Morini falleció, dejando atrás a su hermosa perrita llamada Deta, con quien había compartido muchos años de su vida.

Dos meses después de su partida, Theresa fue al cementerio a visitar a su madre y dejarle una corona de Navidad sobre su tumba, y por supuesto que llevó consigo a la perrita.

De acuerdo a Daily Mail, después de pasar unos minutos junto a la fallecida en el cementerio de Amsterdam, Nueva York, Deta se sentó tristemente junto a la tumba de su antigua dueña. Ya era momento de irse, pero la perrita no quería moverse del lado de su dueña.

A pesar de que Morini y su esposo se alejaban cada vez más hacia el automóvil, Deta no movía ni un pelo de su sitio.

Ambos la llamaban repetidamente, pero la pequeña se rehusaba a dejar el lado de su mejor amiga. En un instante, Deta se paró y comenzó a seguir a Theresa. ¡Por fin se iba a subir al coche!

“Deta tienes que salir del cementerio, vamos”, dijo el esposo de Theresa.

No obstante, de un momento a otro, la perrita se detuvo, se dio la vuelta, y regresó a sentarse en el mismo sitio en el que estaba solo segundos antes.

Morini se emociona al notar la determinación de Deta de quedarse junto a su amiga, y la sigue llamando por su nombre. “Me está haciendo llorar”, se escucha decirle a su marido.

Cuando compartió la experiencia y el video por internet, explicó que su esposo tuvo que sacar a la perra de la tumba. Míralo, a continuación.

"Me rompió el corazón", dijo Theresa a Inside Edition. "Deta y mi madre eran inseparables. A donde fuera mi madre, Deta la seguía".

"Mi esposo y yo colocamos una corona navideña en la tumba de mi madre el 15 de noviembre”, prosiguió.

“Esa piedra que está junto a Deta pertenece a mi padre y mi madre. Todavía se puede ver la tierra fresca en la tumba de mi madre. Ella murió el 24 de septiembre de 2017”, añadió.

“Deta (que significa 'pequeño', en eslavo) estaba tan callada cuando llegamos, cosa que no es común. Mi esposo tuvo que ir a sacarla de la tumba para que nos fuéramos”.

Sin duda, los animales tienen sentimientos, y la forma en que Deta extrañaba a su dueña la hizo permanecer a su lado inmóvil y devastada.

Capitán, el pastor alemán indondicional

Un caso similar se dio en Argentina a principios de este año cuando un perro que se negó a abandonar la tumba de su amo durante una década murió justo en el lugar donde estaba enterrado su dueño.

Capitán, un pastor alemán de 15 años que vivió junto al lugar de descanso de su dueño durante 10 años, murió en el cementerio municipal de Villa Carlos Paz, Córdoba, aparentemente de insuficiencia renal.

Hacía cuatro años lo habían llevado al veterinario, quien dio ese mismo diagnóstico que, a la larga, lo mató.

A veces pienso que no merecemos a los animales. ¡Se han ganado el cielo!