Mi suegra empezó a venir a nuestra casa con guantes de látex, diciendo que le daba asco tocar cualquier cosa – La verdad era mucho peor
Cuando mi suegra empezó a visitarme con guantes de látex, alegando que le daba "asco tocar cualquier cosa", lo sentí como una bofetada. Yo hacía malabares con las gemelas recién nacidas y el agotamiento. Pero un día, un guante roto reveló un secreto espantoso que había estado ocultando.