Drogadictos hieren a sus mascotas para pedirle narcóticos a veterinarios para sí mismos
Veterinarios han sido alertados sobre la última tendencia de moda vinculada a la crisis de drogas: herir a mascotas para buscar prescripciones de narcóticos.
Algunas personas, desesperadas por conseguir drogas, están hiriendo a sus propias mascotas para conseguir narcóticos de sus veterinarios, según alertó recientemente la DEA a doctores.
Un caso atrajo atención internacional: Una mujer de Kentucky usó las cuchillas de afeitar de su marido para cortar a su labrador de raza mixta, Alice, en varios ocasiones, con la intención de obtener un potente analgésico.
"Recuerdo mi sensación inicial de incredulidad, esto no puede ser verdad", dijo el oficial de policía de Elizabethtown, John Thomas, quien investigó el caso. "Fue impactante", dijo Thomas al Courier Journal.
Scott Brinks, miembro de la división de control de distracciones de la DEA, en Washington, alertó a más de 200 doctores de Kentucky, incluyendo a veterinarios, en una conferencia en agosto en Louisville, pidiéndole que estuvieran pendientes de posibles drogadictos, ya que los animales son las últimas víctimas de la crisis de opiáceos.
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IMPOSIBLE DE RASTREAR
Un doctor preguntó si era posible buscar en una base datos si alguien había recibido una prescripción veterinaria de otra clínica, un posible indicador de estar yendo de doctor en doctor buscando drogas. Los doctores suelen hacer inspecciones similares al tratar a humanos.
Jill Lee, investigador farmaceútica del programa de monitoreo de prescripciones de Kentucky, dijo que los veterinarios no podían hacer esas búsquedas, ya que el animal es el paciente, a pesar de que el dueño tiene acceso a la prescripción.
NO PUEDE SER UN ACCIDENTE
La dueña de Alice, Heather Pereira, de Elizabethtown, fue de doctor en doctor en clínicas veterinarias de Louisville, y luego a un hospital animal en su pueblo natal, hasta conseguir Tramadol, usado para el dolor moderado o severo, según dijo Thomas.
Oficiales médicos del Hospital Animal de Elizabethtown llamó a la policía luego de notar varias señales extrañas, como el hecho de que las cortadas eran demasiado limpias como para ser accidentales, y la improbable historia de cómo sucedió todo. Era la tercera vez en dos meses que Alice requería tención médica.
Esa vez, necesitaría entre seis y ocho puntos de sutura. Pereira en un principio dijo que Alice se cortó al frotarse contra la parte rota de una alcantarilla y luego de jugar debajo de un auto, según dijo el oficial. El investigador agregó que Pereira finalmente admitió que cortó a su propio perro.
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UN ACTO EGOÍSTA
El juez de distrito Kelly Mark Easton se refirió al crimen de Pereira como "un acto egoísta para alimentar su descontrolada dependencia de las drogas", sentenciándola a 4 años de cárcel por obtener una sustancia controlada dando información falsa, y por tortura de un perro o gato. Fue liberada bajo palabra con supervisión 2 años después.
Ahora, los veterinarios de todo el estado están siendo entrenados para estar alerta ante las señales potenciales de abuso.
DISPUESTOS A TODO
"Ciertamente, sabemos que la gente que tiene un problema de drogas hará casi cualquier cosa para obtenerlas", dijo el Dr. Doug Peterson, presidente de la Asociación de Medicina Veterinaria de Kentucky. "¿Es algo que el veterinario promedio ve una vez cada mes? Quizás no, pero sí que debemos preocuparnos al respecto", dijo Peterson.
Peterson, con 31 años de experiencia veterinaria, dijo que se basa en su experiencia e instinto, y busca algunos comportamientos que indican farsas, aunque no quiso dar detalles, para no darle nuevas ideas a los drogadictos. Dijo que verifica las heridas buscando señales como mascotas que cojean, o señales de dolor ante presión al área.
"Si creo que una mascota no lo necesita o que el dueño está buscando drogas, no lo prescribo", dijo. "A fin de cuentas, yo tomo la decisión".
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ADVIERTEN A FUTUROS VETERINARIOS
Kentucky no ofrece un título universitario en medicina veterinaria, pero una colaboración con la Universidad Auburn de Alabama permitirá ofrecer tasas reducidas a 38 estudiantes del estado cada año, creando a una nueva generación de veterinarios profesionales, entrenados para identificar la búsqueda de drogas.
"El potencial de abuso es real", dijo el Dr. Dan Givens, decano asociado de Auburn. Además de herir intencionalmente a sus mascotas, los drogadictos también exageran o fingen síntomas en ellas. "Por los problemas del abuso de drogas, algunos veterinarios no las prescriben ni las tienen en sus clínicas".
Dijo que a veces el personal de hospitales animales suministra los narcóticos directamente a las mascotas luego de una cirugía, pero que los envían a casa con analgésicos menos potentes. Los veterinarios son entrenados para solicitar a clientes ver el historial médico de la mascota, y algunos se niegan a tratarlos sin ver la hoja.
La crueldad contra los animales siempre es algo impactante, pero casos como éste, donde la crueldad viene del amo, son aún más repulsivos. Nos recuerda a un reciente caso, en el cual un grupo de personas vio cómo una mujer abusaba de su propio perrito, halándole repetidamente su pelaje, golpeándolo y mordiéndolo ante todos.