Mamá rememora el día en que su recién nacido fue decapitado en el parto
Una mujer comparte la angustia y el horror de la muerte sin sentido de su hijo.
El bebé de Laura Gallazzi murió hace cuatro años debido a un error médico; ahora ella está trabajando para asegurar nuevos derechos legales para los bebés que nacer bajo la ley escocesa, informó BBC.
Gallazzi tenía 25 semanas de embarazo de su hijo Steven, cuando rompió fuente. La llevaron al hospital Ninewells de Dundee, sabiendo que se enfrentaba a un parto prematuro.
Un escáner mostró que el bebé estaba posicionado de nalgas y que tendría que someterse a una cesárea. Con esta noticia Gallazzi se preparó para las dificultades, pero no para la pesadilla que estaba a punto de desarrollarse.
Imagen tomada de: YouTube / The Sun
A PESAR DE HABERSE PREPARADO PARA EL NACIMIENTO, NUNCA ANTICIPÓ EL HORROR
En el hospital, a Gallazzi le administraron una inyección para ayudar a desarrollar los pulmones prematuros de Steven; además se le realizó un recorrido por la unidad de cuidados especiales para bebés. Se quedó en el hospital y, dos días después, fue trasladada a la sala de parto por precaución.
Al principio, a Gallazzi la asistieron unas parteras que le dijeron que el latido del corazón de Steven era fuerte y que todo estaba progresando satisfactoriamente. Luego, cuando fue al baño, vio que el cordón umbilical sobresalía de su cuerpo.
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UN PROCEDIMIENTO DE EMERGENCIA EN LUGAR DE UNA CESÁREA
A Gallazzi la llevaron hasta el quirófano y la acostaron en otra cama, luego el médico comenzó a decirle que "empujara" a pesar de que no había dilatado a los 10 cm necesarios, en ese momento solo tenía una dilatación de dos a tres centímetros.
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Y LUEGO DESASTRE A MANOS DEL MÉDICO
La médico asistente de Gallazzi, la Dra. Vishnavy Laxman, decidió proceder con un parto natural y vaginal a pesar de que Steven venía de nalgas, lo que significaba que primero saldrían los pies.
Todos le dijeron a Gallazzi que "empujara", pero cuando el médico sacó al bebé de su vientre, sintió algo extraño. El personal médico se calló y ella no oyó llorar al bebé, Laura estaba sedada.
Cuando se despertó, Gallazzi se dio cuenta de que su bebé había muerto, pero lo peor estaba por venir; pues se enteró de que durante el parto su bebé había sido decapitado y su cabeza todavía estaba dentro de ella.
Gallazzi tuvo que someterse a otra cesárea para extraer la cabeza de Steven, el mismo procedimiento que le habría salvado la vida. En 2018, un tribunal médico dictaminó que la decisión de la Dra. Laxman de intentar un parto vaginal en lugar de una cesárea, resultó en la decapitación del bebé.
Aunque fue censurada, la Dra. Laxman no perdió su licencia y es libre de reanudar su práctica, según la ley. Como Steven no respiró por primera vez, no es responsable de su muerte. Es esta ley que Laura Gallazzi está luchando por cambiar para proteger a bebés como Steven de médicos incompetentes.
Una historia cuyo comienzo es similar, es la de un bebé que pudo nacer a pesar de un nudo que tenía en el cordón umbilical. Tal fue el impacto, que los médicos le recomendaron al padre tomarle fotos al momento, porque un nacimiento de esta naturaleza solo puede ser milagrosa.