Perrito malherido salvado por buenos samaritanos tras ser advertidos de que era casi imposible
Había que caminar más de 12 horas ida y vuelta por un terreno escarpado y lleno de dificultades, para rescatar a un perrito en una remota aldea de montaña. Sin embargo, estos dos amigos lo hicieron.
Sean McCormack y su amigo Ross Tweedie supieron en marzo pasado que un cachorro herido necesitaba ayuda, luego de que una excursionista publicara una foto en Facebook.
Alguien le reenvió la imagen a McCormack, un rescatador de perros basado en el norte de Taiwán. En la foto, el perro de 1 año de edad estaba acurrucado en un horno de metal no utilizado, frente a una casa de huéspedes en el Parque Nacional Taroko.
McCormack contactó a la mujer que tomó la foto, y ella explicó que vio al perro, ahora llamado Sandy, en un viaje de excursión.
El animal había perdido su pata delantera derecha en una trampa, y su pierna izquierda delantera tenía una lesión abierta que estaba más grave, también ocasionada por una trampa.
La mujer le dijo que era una caminata de seis horas, pero McCormack pensó que debía haber un camino, por el hecho de que hay una casa de huéspedes allí. Además, Google Maps le indicó que podría conducir hasta allá.
Se equivocaba. El camino no existía y era imposible manejar hasta el lugar. La única forma de llegar a la casa de huéspedes era caminar por un sendero empinado y resbaladizo, seis horas para arriba y seis horas para abajo.
Y aunque McCormack no estaba en buena forma para este tipo de caminata, se aventuró para ayudar a Sandy.
Ambos hombres comenzaron a caminar a las 3:00 de la madrugada hacia el pueblo tailandés que no tenía acceso por carretera.
"Es una caminata brutal", dijo Tweedie a The Dodo. "No es para principiantes, y Sean estaba en la categoría de principiante. Me dijo que no había hecho nada de eso antes".
El trayecto fue incluso más desafiante de lo que McCormack imaginó, y casi se dio por vencido varias veces.
Cuando por fin llegaron, esperaban que el perro todavía estuviera allí, pero no podían encontrarlo. Pero siguieron buscando y encontraron a Sandy acurrucada bajo una pila de sillas.
Apenas lo sacaron, el cachorro colocó su cabeza en el regazo de Sean. Era como si supiera que estaba allí para rescatarlo
McCormack, originario de Folkestone, Kent, se mudó a Taiwán hace 19 años y creó The Sanctuary para cuidar animales no deseados que probablemente no sean realojados.
Él se preocupa por los gatos salvajes, los cerdos que crecen más allá de los apartamentos donde estaban alojados, las ardillas huérfanas y muchos perros, antes agresivos o temerosos, ciegos y discapacitados.
En 2014 rescató a Tiny, un rottweiler cubierto por la sarna y solo piel y huesos que había sido abandonado a morir, y luego de su recuperación el animal fue coronado Gran Campeón del importante torneo Ruffs 2014.
Este año, luego de salvar y curar a Sandy de sus heridas, para lo que fue necesario amputarle parte de ambas patas, Sean dio otra buena noticia en Facebook.
"El dulce perrito pronto tendrá sus piernas protésicas hechas profesionalmente, que nuestro veterinario está ordenando en los EEUU", escribió. "¡No podemos esperar! Pero, por ahora, es muy feliz, muy querido por Bob Chau y, aparte de perder dos patas delanteras, está muy sano".
Y aunque hay quienes piensan que los animales no tienen sentimientos, hay montones de evidencias que demuestran lo contrario.
Mira el momento desgarrador en que un perro es rescatado tras negarse a dejar a su amigo muerto atropellado en una carretera.