"Estaba paralizada sin saber cómo continuar": La dura lucha de Anna Boada contra la depresión
Anna Boada anunció que se retira del mundo deportivo. A los 26 años de edad, sufre una depresión y no ha sido capaz "de encontrar las fuerzas para continuar luchando" dijo.
La remera española lamentó que hoy en día es "mucho más reconocida una fractura de brazo" que su enfermedad y espera que sus palabras puedan "concienciar" sobre su dureza.
"Lamentablemente, me cuesta aceptar que esta vez no he sido capaz de encontrar las fuerzas para continuar luchando”, cita Antena 3.
“Las enfermedades no las escogemos, a veces ni las aceptamos, sobre todo cuando hablamos de problemas de salud mental. Hoy en día está mucho más reconocida una fractura de brazo que la depresión o la ansiedad", expresó Boada.
Es una decisión que tomó a todos por sorpresa. Sin embargo, la catalana explicó los motivos que le llevaron a tomarla.
"Lo más complicado de una depresión no es caer, lo más difícil es no saber cuándo vas a volver a tocar el suelo para poder empezar a levantarte. La soledad te invade por la vergüenza de ser juzgado, de que la gente sepa la realidad, que tengan miedo a acercarse a ti para evitar contagiarse. El bucle empieza a alimentarse y te encuentras realmente perdido", relató.
De igual manera, continúo diciendo: "Igual me di cuenta demasiado tarde, igual no supe encontrar la ayuda adecuada en el momento preciso, igual la gente cercana a mí no estaba preparada; quizás ni yo misma era consciente de hasta dónde podía llegar a hundirme. He dejado de buscar culpables, de preguntarme a mí misma qué hubiera pasado si hubiera tomado otras decisiones. Al final he sido yo la perjudicada, el mundo ha seguido girando mientras yo estaba paralizada sin saber cómo continuar".
Boada espera que sus palabras puedan servir para crear conciencia sobre cómo tratar la depresión.
"Tan sólo he querido contar mi historia para concienciar a los aquí presentes de que tan sólo los deportistas sabemos los límites de presión a los que estamos sometidos año tras año. Creo sinceramente que no soy ni seré la única deportista de élite que necesita ayuda para gestionar tantas emociones. Me gustaría que haya alguna forma de apoyarnos durante las crisis, pero también como prevención antes de que sea demasiado tarde", concluyó.