Agustín, de 8 años, cede su máscara de buceo a los sanitarios para usarlo como respirador

Al Hospital Puerta del Mar de Cádiz llegó una donación hecha directamente desde el corazón de un niño de apenas ocho años, mostrando así su nivel de comprensión y solidaridad sobre la pandemia por el coronavirus.

Un niño llamado Agustín decidió prescindir de su máscara de bucear, y con una nota escrita con su puño y letra la envió a un hospital a fin de hacer un aporte para ayudar a algún paciente positivo a COVID-19.

“¡Hola! Me llamo Agustín y me gustaría que convirtáis mi máscara en un respirador. ¡Muchas gracias!”, dice la nota del niño.

La iniciativa de este niño dice mucho del nivel de conciencia que se ha ido logrando en el marco de la pandemia y la necesidad de insumos para que algunos pacientes puedan tener la ayuda necesaria para sobrevivir.

El COVID-19 puede llegar a producir un severo cuadro de neumonía, en el cual los pacientes requieren ser conectados a un ventilador, y necesitan una mascarilla sobre su nariz que se conecta a la máquina de oxígeno, ayudándoles a respirar con eficiencia.

Pero con la gran cantidad de pacientes en estado grave, se han hecho insuficientes los recursos de los hospitales para atenderlos, por lo que en España han adoptado la iniciativa de Renato Favero, médico del hospital Gardone Val Trompia, ubicado en Brescia, de utilizar mascarillas de snorkel.

El equipo de trabajo ha recibido apoyo de particulares, tanto aportando ideas, como poniendo a su disposición impresoras domésticas 3D, así como empresas italianas especializadas en material de buceo que han dado un importante aporte de más de mil unidades con los que han podido trabajar.

Para ello, debieron construir una válvula que comunicara la máscara de buceo con la máquina de oxígeno, para lo cual se hizo un diseño único que se imprime con un material que pueda ser desinfectado y reutilizado. La impresión se lleva a cabo en impresoras 3D.

Aunque aún está en periodo de pruebas, muy pronto podrán ser utilizadas por los pacientes que no ameritan intubación, por lo que seguramente, la mascarilla de Agustín podrá salvar algunas vidas.