Julian Assange fue dos veces padre durante su reclusión en la embajada

Stella Morris es la compañera de Julian Assange desde 2015. En medio de la crisis por el COVID-19, decidió hablar públicamente y presentar a los dos hijos que tuvo con el fundador de Wikileaks, para solicitar su liberación considerando su riesgo de vida.

En la entrevista, Stella cuenta que conoció a Julian Assange en 2011, cuando trabajaba con el equipo de Baltasar Garzón, quien coordina su defensa legal.

La abogada sudafricana contó que fue contratada porque sumaba, a su formación legal, un manejo fluido del sueco y el español. Esto era de vital importancia, en el contexto de asilo en la embajada ecuatoriana del activista, y de los cargos de abuso presentados contra él en Suecia, que luego habrían de ser retirados.

A partir de 2015, Stella y Julian comenzaron una relación. Con los años habrían de llegar los hijos de ambos: Gabriel, que ahora tiene tres años, y Max, de uno.

“Nos enamoramos”, narró la abogada, quien también aseguró que Assange es “la persona que mejor conozco en el mundo”.

La abogada también reveló que, para ellos, formar una familia fue una decisión deliberada, como una manera de “imaginar una vida más allá de la prisión”. Es, lo sabe, una elección que para muchos puede resultar cuestionable, pero que ella defiende:

“A mucha gente le parecería una locura formar una familia en ese contexto; para nosotros fue lo más cuerdo que podíamos hacer.”

Apoyó también a su prometido por su activismo en WikiLeaks, y lo defendió de las acusaciones en su contra, que atribuyó a una campaña de desprestigio.

“Enamorarse es un acto de rebeldía”, declaró.

La abogada, prometida y madre de los hijos de Julian Assange dedicó parte de la entrevista a presentar a la familia, a mostrar fotografías de sus años de relación y a descubrir al mundo esos espacios de ternura que todos estos años guardaron lejos de las cámaras de TV.

Lo hizo para pedir la libertad del prisionero. Actualmente él se encuentra recluido en la prisión de Belmarsh. Fue llevado allí después de que la policía londinense lo sacara, en abril de 2019, de la embajada ecuatoriana donde se hallaba refugiado.

El de la familia Assange es uno de los muchos reclamos en el mundo que muestran preocupación por las condiciones sanitarias de los prisioneros durante la pandemia, dadas las condiciones habitacionales propicias para la propagación del virus.