Llevó a su padre moribundo a su ciudad natal y se enfrentó a 'sanciones' por el coronavirus

Son muchas las historias conmovedoras y de solidaridad en medio de esta terrible pandemia por el coronavirus, pero también está el lado oscuro que algunos muestran en su miedo por un potencial contagio.

Para Beatriz C.M., ver el lado oscuro de los habitantes de la tierra natal de su padre mientras lidiaba con el terrible mal que lo consumía, fue muy doloroso, aunque no pierde la fe en la humanidad.

“Mi padre viajó desde Madrid a su Noceda natal para morir y se encontró con el respaldo sanitario, pero no con el vecinal”, escribe Beatriz en una carta que fue publicada por los medios luego de la muerte de su padre.

A lo largo de su conmovedor escrito, Beatriz explica cómo el 5 de marzo los médicos de la Unidad de Oncología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid confirmaron la falla del tratamiento contra el cáncer que habían aplicado a su padre, y la extensión del mismo por todo su organismo.

Sabiendo que ya el final era cuestión de tiempo, el anciano pidió un último deseo, y fue viajar a su pueblo natal en el Bierzo. Con apoyo médico, una autorización escrita para el viaje, oxígeno y silla de ruedas, emprendieron el difícil viaje.

"Mi padre estaba débil, pero sacó fuerzas para poder viajar y ver por última vez su tierra", explica Beatriz en su carta.

Sin embargo, de alguna manera se corrió la voz a través de las redes sociales que un grupo de madrileños pasarían el confinamiento en su pueblo, por lo que algunos vecinos procedieron a hacer la denuncia formal ante la Guardia Nacional.

Al día siguiente de que la familia llegara con su moribundo padre al pueblo, un carro de la policía se presentó en su hogar y les abrieron un expediente al considerar que la autorización médica no era suficiente para realizar ese desplazamiento en plena cuarentena.

La familia se enfrenta a una sanción y subsecuente multa en medio del dolor por la partida de su padre, solo por la forma en que reaccionaron algunas personas del pueblo ante el miedo a contagiarse por el COVID-19.

“Este virus lo paramos unidos, pero unidos de verdad y eso implica ponerse en la piel del otro, entender que bajo cualquier norma hay excepciones humanas”, dijo con mucho sentimiento en sus líneas.

Aun así, para esta emprendedora hija todo lo que hicieron por su padre valió la pena, incluso la posibilidad de una sanción, porque pudo darle ese último deseo a su padre y ver su cara al pisar su añorada tierra.

Al final de sus líneas deja bastante claro que no quiere de ninguna manera justificar que se salten las reglas, pero quizás hay circunstancias únicas en donde debemos poner el amor por delante.