Chiste del día: Tres viejos amigos se ven inesperadamente en París y deciden ir a la Torre Eiffel
Un poco de ingenio puede hacerte conseguir todo lo que te propongas, dejando a un lado la fuerza o la rapidez que muchos creen necesarias para llegar al mismo objetivo. Esto lo descubrió uno de los hombres que viajó a París.
Cuando los amigos se juntan, muchas ideas alocadas pueden surgir de un momento a otro. Entre la emoción y la testosterona, los juegos divertidos fluyen naturalmente entre ellos, y si se pone dinero de por medio, es una razón de peso que los hará hacer casi cualquier cosa que se les ocurra.
En este sentido, tres viejos amigos que viajaron a París se encontraron inesperadamente. Habían pasado décadas desde la última vez que se habían visto, así que decidieron ir a la Torre Eiffel a dar un buen paseo.
Tres personas observan la Torre Eiffel en París, Francia. | Foto: Shutterstock
Cuando llegaron al emblemático destino, vieron que al lado de un guardia de seguridad había un letrero que decía: "Si puedes dejar caer tu reloj desde lo alto de la Torre Eiffel, bajar corriendo las escaleras y atraparlo en el piso de abajo, ganarás 10 millones de dólares”.
No tardaron demasiado tiempo para lanzarse a esta difícil aventura y uno por uno lo intentó. El primero subió al último piso de la torre, dejó caer su reloj, bajó las escaleras lo más rápido que pudo y miró hacia arriba, pero no vio su reloj por ningún lado.
Imagen de la Torre Eiffel tomada desde abajo. | Foto: Pxfuel
Cuando echó la vista hacia abajo pudo observar su accesorio portátil destrozado, con engranajes y partes por doquier. Cuando regresó con sus amigos, les aseguró que el reto era "imposible".
El segundo hombre pensó que su compañero tal vez fue demasiado lento a la hora de bajar los peldaños. Entonces, al momento de su turno, subió al último piso de la torre, dejó caer su reloj y prácticamente saltó todos los escalones. Sin embargo, cuando miró hacia arriba, su pieza de joyería no estaba por ningún lado.
Foto panorámica del río Sena con la Torre Eiffel de fondo. | Foto: Public Domain Pictures
Al ver hacia abajo, se dio cuenta de que su reloj hecho pedazos estaba justo al lado del de su amigo. Derrotado, cuando volvió con el tercer colega, le dijo: "Imposible". No obstante, el último decidió intentarlo de todas maneras.
Subió, dejó caer su reloj, luego se tomó su tiempo para descender y tardó 25 minutos en bajar las escaleras. Cuando finalmente llegó, miró el reloj y esperó 5 minutos. Fue hasta ese entonces que atrapó su reloj.
Una multitud de turistas camina frente a la Torre Eiffel. | Foto Pxfuel
Sus dos amigos, que estaban junto al guardia, quedaron atónitos. Por su parte, el empleado de la torre encargado de contar el dinero, le preguntó cómo lo había logrado. El hombre lo miró y respondió: "Mi reloj está retrasado 30 minutos".
Otra historia hilarante entre amigos te hará reír a carcajadas, pues se trata de Sherlock Holmes y el Dr. Watson, dos clásicos personajes que un día tomaron sus cosas y se fueron de vacaciones a acampar.
Hombre representando a Sherlock Holmes con pipa y sombrero. | Foto: Getty Images
Aunque estos dos famosos detectives siempre se han caracterizado por su indiscutible inteligencia, algunas veces puede ser una bendición saber un poco menos.
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Fuente: Unijokes.com