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Chiste del día: prudente pareja de ancianos llega al Cielo tras morir en un accidente de avión

Karina Martín
20 jul 2020
02:00

Durante los 60 años que estuvieron casados, la pareja se las arregló para sobrevivir así que cuando llegaron al cielo y vieron todos los gustos que tendrían, su reacción fue bastante sorprendente.

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Una hermosa pareja de ancianos que tuvo 60 años de casados, llegó al cielo luego de haber sufrido un terrible accidente en avión cuando se fueron de vacaciones, a pesar de que ambos gozaban de excelente salud por la insistencia de la esposa de mantener un estilo de vida saludable.

El hombre y la mujer habían trabajado mucho durante su vida sin mayores recompensas, pero por haber sido tan buenos y honestos, se fueron al cielo y se encontraron con San Pedro, quien les haría un tour por todo el lugar.

Lo primero que los llevaron a ver fue el hogar donde pasarían toda la eternidad, y allí pudieron observar una hermosa mansión con una cocina completamente equipada y todos los gustos que cualquiera desearía.

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Al ver tantos lujos, el hombre no pudo evitar sorprenderse y preguntarle a San Pedro cuánto dinero costaría todas esas comodidades, a lo que por supuesto, San Pedro le respondió que sería completamente gratuito.

“Os habéis ganado esto siendo buenos durante vuestras vidas y esta es vuestra recompensa: el Cielo con todas sus bendiciones y lujos”, le respondió el apóstol.

Luego de eso, San Pedro les mostró el campo de golf que tenían cerca de la mansión además de otras áreas recreativas a las que podría acceder la pareja.

Por supuesto, una vez más el hombre quedó tan anonadado que no pudo evitar preguntar una vez más el monto que habría que pagar, a lo que una vez más el apóstol le respondió que todo era completamente gratis.

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Más adelante, la pareja conoció la casa club, donde había un majestuoso buffet con toda la cantidad de comida que se pudiese imaginar, y antes de que el esposo preguntara, San Pedro se adelantó señalando que esto también podrían disfrutarlo sin costo alguno.

“¿Dónde están los alimentos bajos en grasa y colesterol, y el té descafeinado?”, preguntó el esposo esperando poder encontrar la sección a la que había estado acostumbrado los últimos años.

Sin embargo, San Pedro una vez más lo sorprendió al explicarle que en el cielo no importaba qué comiera, ni cuánto, ya que no enfermaría, ni engordaría jamás, pero el hombre no parecía del todo satisfecho.

“¿No se me hará un test de azúcar o de presión sanguínea o todos los demás que mi mujer me ha pedido que haga en los últimos veinte años o así?”, preguntó el esposo.

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Una vez más San Pedro insistió en que no necesitaría algo como eso más nunca, pues todo lo que se hacía en ese lugar era disfrutar.

Fue en este punto que el hombre comprendió todo, miro a su esposa y no pudo evitar comentarle: “Tú y tus panecillos de salvado y todas las demás cosas saludables. ¡Podríamos haber estado aquí hace quince años!”

Para leer una historia tan graciosa como esta, ingrese aquí.

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