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Chiste del día: Niño llama a su papá a las 3 de la madrugada y le cuenta que se murió su loro

Guadalupe Campos
20 jul 2020
14:40

Como todos los días, te traemos un chiste para ponerle un poco de humor a tu jornada. En este caso, trata sobre un hombre que recibe la noticia de la muerte de su querido loro.

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Un hombre viajó a atender un asunto laboral a la gran ciudad. Una noche, mientras dormía en un hotel a muchos kilómetros de casa, sonó su teléfono. Eran las 3 de la mañana.

El aparato sonó y sonó hasta que, soñoliento, el hombre atendió. Al escuchar la voz de su hijo, se terminó de despertar de golpe, como si un balde de agua fría le hubiera caído sobre la cabeza.

Anteojos, libro y teléfono. | Foto: Pixabay

Anteojos, libro y teléfono. | Foto: Pixabay

—Hola Jaimito, ¿qué pasó?

—Se murió tu loro, papi.

—¿Qué? ¿Cómo? ¿Que se murió el loro?

Niño hablando por un teléfono antiguo. | Foto: Pixabay

Niño hablando por un teléfono antiguo. | Foto: Pixabay

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—Sí papi.

—¿Y qué le pasó a Pepito, se puede saber?

—Comió carne podrida, papi. Picoteó a uno de tus caballos muertos en el establo.

Loro. | Foto: Pixabay

Loro. | Foto: Pixabay

El hombre dio un salto y se puso de pie, enredado en las sábanas.

—¿Cómo? ¡¿Qué les pasó a los caballos?! ¡¿Cómo que están muertos?!

—Bueno, es que quedaron agotados después de toda el agua que tuvieron que cargar.

Cráneo de caballo. | Foto: Pixabay

Cráneo de caballo. | Foto: Pixabay

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—¡No! ¡Pobres mis caballos! ¿Pero por qué tuvieron que cargar agua los caballos?

—Ah, es que había que apagar el incendio papi.

—¿Incendio? ¿Cómo que incendio? ¿Qué pasó?

Incendio. | Foto: Pixabay

Incendio. | Foto: Pixabay

—Se cayeron unas velas. Y como se cayeron las velas se prendió fuego una habitación de la casa.

—¿Y para qué prendieron velas, si hay linternas para cuando se corta la luz?

—Bueno, es que prendimos velas por el entierro de la abuela.

Velas. | Foto: Pixabay

Velas. | Foto: Pixabay

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—¡¿Cómo que se murió la abuela?! ¡Pero si ella estaba bien! ¿Qué pasó?

—Bueno, es que vino de sorpresa por la madrugada. Y como creí que era un ladrón saqué tu revólver y le disparé.

—Pero... Pero... Jaimito... Cómo pudiste...

—Ay, papi, ¡no te vas a poner así por algo tan tonto como que se muera el loro!

Hombre se toma la cabeza entre las manos. | Foto: Pixabay

Hombre se toma la cabeza entre las manos. | Foto: Pixabay

Hablando de loros, puede que también te interese enterarte de lo que le ocurrió a una mujer que tenía dos loritas muy hermosas, pero que no paraban de decir groserías. Consultó con el cura, quien creyó tener la solución.

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