Tres chistes divertidos sobre la enseñanza de estudiantes de primaria
Los niños en edad escolar suelen ser curiosos, una característica que puede ser tomada como una cualidad pero que también los puede meter en situaciones extrañas e hilarantes.
Un grupo de estudiantes de primaria se encontraban en una excursión en la estación de policía local. Los chicos estaban fascinados con los carteles de 'Se Busca' pegados en la pared.
Entonces, el más curioso de los niños, llamado Billy, le preguntó a un oficial quienes eran las personas que aparecían en los avisos. El policía le respondió al jovencito que esos eran los criminales más buscados por las autoridades.
Niño curioso se encuentra pensando detenidamente sobre algo. | Foto: Pixabay
El niño, confundido por la respuesta del uniformado, levantó de nuevo la mano y preguntó: "¿Por qué no te quedaste con ellos cuando tomaste sus fotos?".
Bueno, y si la historia de Billy te hizo reír, aquí tienes otra sobre una maestra de escuela primaria recién contratada que es igual de divertida.
El campo de fútbol de una escuela. | Foto: Pixabay
Sandy comenzó a trabajar como maestra de escuela primaria y, desde entonces, ha sido de gran ayuda para sus estudiantes y colegas. De hecho, un día al notar que una niña estaba sola en el campo de fútbol, ella se acercó para saber si se encontraba bien.
La niña le dijo que estaba en perfectas condiciones. Sin embargo, un poco después se percató de la misma situación y volvió a acercarse para saber si la niña quería que ella la acompañara o fuera su amiga.
Una niña de pie en el campo. | Foto: Pixabay
La chica dudó al principio, pero luego aceptó la oferta de la maestra. Aún curiosa, Sandy le preguntó a la pequeña por qué estaba sola en el campo de juego. Entonces, la menor, ya molesta, respondió: "¡Porque yo soy el portero!".
Aquí viene otra historia. Esta que es sobre un padre y su hijo, quien sacaban malas notas en matemáticas, también te hará reír a carcajadas. Entonces, podrías compartirla con alguien que necesite una dosis de diversión.
Un niño leyendo un libro. | Foto: Pixabay
Un padre, preocupado por las calificaciones de su hijo en matemáticas, decidió inscribirlo en una escuela católica. El primer semestre, el pequeño obtuvo una "A", algo que sorprendió gratamente a su padre. Entonces, decidió preguntar cómo lo hizo.
"Cuando entré al salón de clases el primer día, y vi a ese tipo en la pared clavado en un signo más, ¡supe que la escuela era un lugar para los negocios!", respondió el pequeño.
Un niño en la escuela mira a través de una ventana. | Foto: Pixabay
Las escuelas son realmente un lugar lleno de anécdotas divertidas. De hecho, la interacción entre profesores y estudiantes a menudo resulta en historias muy jocosas.
Aquí hay otra historia sobre un niño que decidió hablar sobre su mal comportamiento, después de que su maestra persuadió a la clase acerca de la importancia de decir la verdad.
Fuente: Start at 60.