Mamá gana demanda de $ 16 millones contra hospital porque enfermera trató de empujar al bebé de nuevo hacia dentro

Muchas madres consideran que dar a luz es una experiencia dolorosa pero hermosa.

Carolina Malatesta, una mujer de Alabama, lo sabe de primera mano. Ella tiene cuatro hijos hasta el momento.

Sus primeros tres bebés fueron traídos al mundo de forma natural y usaron algunos medicamentos para aliviar el dolor, al igual que en la mayoría de los nacimientos.

De acuerdo con Good Fullness, ella eligió dar a luz a su cuarto bebé de una manera aún más natural que antes: por vía vaginal y con poca o ninguna intervención farmacológica.

Las cosas comenzaron a salir mal cuando llegó al Centro Médico Bautista Brookwood, ya que ofrecían el tipo de parto que ella quería. Una vez allí, el proceso comenzó, pero, un par de minutos más tarde, se le dijo que se aguantara en esa fase porque su trabajo de parto necesitaba ser monitoreado.

A continuación, te presentamos el vídeo con las declaraciones de esta historia:

Malatesta, que nunca planeó algo así, le pidió a la enfermera que trajera al médico para poder hablar con él, pero ella no le hizo caso y le dijo que el médico no estaba de guardia.

Después de tratar de hacerle comprender que le estaba resultando más doloroso, confesó que no se trataba de salud o seguridad, sino de una lucha de poder.

La madre sintió una contracción tan fuerte que cayó sobre sus manos y rodillas mientras coronaba y la cabeza del bebé comenzaba a salir. La enfermera inmediatamente le dijo que se acostara una vez más.

Como no podía hacerlo, la enfermera la volteó y la colocó nuevamente en la posición inicial.

Una segunda enfermera entró en la habitación y comenzó a empujar la cabeza del bebé hacia adentro para evitar el nacimiento.

Observa a continuación el vídeo de esta historia:

Tan pronto llegó el médico, les dijo a las enfermeras que detuvieran lo que estaban haciendo.

El bebé nació sin complicaciones mayores, pero el cuerpo de Malatesta se lesionó de por vida. Ella ahora sufre de neuralgia del pudendo, que es una condición de dolor crónico que se desarrolla después de que los nervios pélvicos se dañan severamente.

En 2014 presentó una demanda contra el hospital y logró ganar 16 millones de dólares.

A pesar de que obtuvo un montón de dinero, se quedó con cicatrices físicas y emocionales de por vida.