Mamá cubrió al bebé con su cuerpo durante un terremoto. Cerca había un teléfono con su último mensaje
Sin duda, el amor materno no conoce ningún tipo de límite. Ellas son capaces de hacer todo por el bienestar de un hijo, incluso dar su propia vida.
Esto pudieron comprobarlo algunos rescatistas que atendieron el trágico terremoto ocurrido en Japón, el 11 de marzo del 2011. Su esfuerzo por encontrar cuerpos con vida los llevó a descubrir algo que no pudo pasar desapercibido para ninguno.
Mientras buscaban entre los escombros de una casa destruida, hallaron el cuerpo de una mujer en una posición poco común. Al ser una situación extraña, quisieron ver más de cerca. La mujer tenía su espalda y cuello quebrados por recibir el impacto de las paredes, además, se encontraba de rodillas y con los brazos en el suelo como si estuviera orando.
Uno de las rescatistas se acercó para verificar si había pulso, y al comprobar que la mujer estaba muerta procedieron a retirarse. Pero uno de ellos sintió un extraño impulso de volver al lugar y revisar de nuevo el cuerpo. No tenía una explicación para lo que quería hacer, pero logró convencer a sus compañeros de regresar hasta donde estaba la mujer.
Él deseaba revisar nuevamente el cuerpo y cuando se acercó no podía creer lo que encontró. De repente, el grito de un niño se escuchó desde abajo del cuerpo de la japonesa.
Al mover el cuerpo, comprobaron que se trataba de un pequeño de 3 meses que se hallaba envuelto en una manta.
Ahora todo tenía sentido. El cuerpo de la mujer estaba en esa posición porque trataba de proteger a su bebé de morir por la caída de los escombros durante el sismo. La madre se había sacrificado para que su hijo pudiera vivir.
El pequeño fue trasladado a un hospital donde lo encontraron en perfectas condiciones. Pero en la manta apareció una nueva sorpresa.
Un teléfono móvil estaba al lado del bebé y en la pantalla se podía leer un hermoso mensaje dejado para él: “Si puedes sobrevivir, tú tienes que recordar que te amo”.
Esta madre tuvo la valentía de dar la vida para que su pequeño bebé se salvara de una trágica muerte. Por fortuna, el niño fue encontrado y el sacrificio de esta mujer valió la pena.