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Colegiala quedó impactada con la pregunta de la maestra. Pero la respuesta correcta no es la que creen

Pedro Marrero
20 mar 2018
13:53

A veces, la mente nos juega travesuras que nos hacen pecar de indiscretos cuando menos lo imaginábamos. Esta niña de sexto grado se puso en evidencia frente a todos.

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Quien está rodeado constantemente de niños puede dar fe de con cuanta frecuencia los más pequeños nos pueden sorprender con sus ocurrencias a medida que van haciéndose una idea inocente del mundo y de la vida de los adultos.

La maestra de ciencias del sexto grado, la Señorita Samson, le preguntó a su clase: "¿Quién me podría decir cuál es el órgano del cuerpo humano que llega a expandirse en diez veces su tamaño cuando es estimulado?"

Como ningún estudiante levantó la mano para responder, la maestra escogió a la primera con quien cruzó la mirada. "María –le dijo a la elegida-, ¿podrías decirme tú cuál es el órgano del cuerpo humano que se expande en diez veces su tamaño al ser estimulado?".

Ante esto, María se puso de pie, notablemente sonrojada. "¿Cómo se atreve a preguntar una pregunta como esa?", dijo la niña. "Voy a quejarme con mis padres y con el director de la escuela, para que usted sea despedida".

La Señorita Sampson quedó impactada por la reacción de María, pero no por esto desistió. La maestra volvió a hacerle la misma pregunta a sus estudiantes. Esta vez, Samuel levantó la mano para responder. "¿Dime, Sam?"

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"Señorita, la respuesta correcta es el iris del ojo humano", dijo el aplicado Samuel.

"Muy bien, Samuel. Es correcto. Gracias", respondió la Señorita Sampson.

Satisfecha, la Señorita Sampson se volvió entonces hacia María y le dijo:

"María, tengo tres cosas que decirte. Primero, es evidente que no has hecho tu tarea. Segundo, creo que tienes una mente muy sucia y perversa. Y tercero, me temo que cuando crezcas te llevarás una triste decepción".

Dicen que la risa es la mejor medicina, pero para nosotros, es el azúcar que endulza nuestros días. Una buena carcajada aleja la tristeza y la depresión. ¡Todos necesitamos una sonrisa de vez en cuando!

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