Alimentos que pueden ayudarlo a revertir el hígado graso
Existen dos tipos principales de enfermedad del hígado graso: la no alcohólica y la que produce el alcohol. Pero ambas son igual de dañinas y pueden contrarrestarse con una buena dieta.
Según informó Healthline, la enfermedad del hígado graso afecta a casi un tercio de los adultos estadounidenses y es uno de los principales contribuyentes a la insuficiencia hepática.
La de tipo no alcohólico se diagnostica con mayor frecuencia en aquellos que son obesos o sedentarios y en quienes consumen una dieta altamente procesada.
Una de las principales formas de tratar la enfermedad del hígado graso, independientemente del tipo, es con la dieta.
Como su nombre indica, la enfermedad del hígado graso significa que se tiene demasiada grasa en el hígado.
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En un cuerpo sano, el hígado ayuda a eliminar toxinas y produce bilis, la proteína digestiva. La enfermedad del hígado graso daña el hígado y evita que funcione tan bien como debería.
En general, de acuerdo con Healthline, la dieta para la enfermedad del hígado graso debe incluir muchas frutas y verduras, plantas con alto contenido de fibra, como legumbres y cereales integrales, muy poco azúcar agregado, sal, grasas trans, carbohidratos refinados y grasas saturadas. Y por supuesto, nada de alcohol.
Una dieta baja en grasas y en calorías puede ayudarlo a perder peso y reducir el riesgo de enfermedad del hígado graso. Idealmente, si se tiene sobrepeso, hay que intentar perder al menos un 10 por ciento del peso corporal.
Existen algunos alimentos, 12 específicamente, que se deben incluir en una dieta saludable para el hígado:
1. Café, para reducir las enzimas hepáticas anormales
Los estudios han demostrado que los bebedores de café con enfermedad de hígado graso tienen menos daño hepático que aquellos que no beben esta bebida con cafeína.
La cafeína parece disminuir la cantidad de enzimas hepáticas anormales de personas en riesgo de enfermedades hepáticas.
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2. Vegetales verdes, para prevenir la acumulación de grasa
El brócoli ha ayudado a prevenir la acumulación de grasa en el hígado en ratones. Comer más verduras, como las espinacas, las coles de Bruselas y la col rizada, también puede ayudar con la pérdida de peso general.
3. Tofu, para reducir la acumulación de grasa
Un estudio de la Universidad de Illinois sobre ratas descubrió que la proteína de soya, que está contenida en alimentos como el tofu, puede reducir la acumulación de grasa en el hígado. Además, el tofu es bajo en grasas y alto en proteínas.
4. Pescado, para la inflamación y los niveles de grasa
Los pescados grasos como el salmón, las sardinas, el atún y la trucha son ricos en ácidos grasos omega-3, que pueden ayudar a mejorar los niveles de grasa en el hígado y reducir la inflamación.
5. Harina de avena, para la energía
Los carbohidratos de granos enteros como la avena le dan energía a tu cuerpo. Su contenido de fibra también lo llena, lo que puede ayudarlo a mantener su peso.
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6. Nueces, para mejorar el hígado
Son ricas en ácidos grasos omega-3. Una investigación revela que las personas con enfermedad de hígado graso que comen nueces tienen mejores pruebas de función hepática.
7. Aguacate, para ayudar a proteger el hígado
Los aguacates son ricos en grasas saludables, y una *investigación sugiere que contienen sustancias químicas que pueden retrasar el daño hepático.
También son ricos en fibra, lo que puede ayudar a controlar el peso.
8. Leche y otros lácteos bajos en grasa, para proteger del daño
Los lácteos son ricos en proteína de suero de leche, lo que puede proteger al hígado de mayores daños, según un estudio de 2011 en ratas.
9. Semillas de girasol, para antioxidantes
Estas semillas de sabor a nuez tienen un alto contenido de vitamina E, un antioxidante que puede proteger al hígado de daños mayores.
10. Aceite de oliva, para controlar el peso
Este aceite saludable es rico en ácidos grasos omega-3. Es más saludable para cocinar que la margarina, la mantequilla o la manteca. Las investigaciones demuestran que el aceite de oliva ayuda a reducir los niveles de enzimas hepáticas y controlar el peso.
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11. Ajo, para ayudar a reducir el peso corporal
Esta hierba no solo agrega sabor a los alimentos, sino que los estudios experimentales también muestran que los suplementos de ajo en polvo pueden ayudar a reducir el peso corporal y la grasa en las personas con enfermedad hepática grasa.
12. Té verde para una menor absorción de grasas
Los datos respaldan que el té verde puede interferir con la absorción de grasa, pero los resultados aún no son concluyentes.
Los investigadores están estudiando si el té verde puede reducir el almacenamiento de grasa en el hígado y mejorar la función hepática. Pero el té verde también tiene muchos beneficios, desde reducir el colesterol hasta ayudar con el sueño.
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