Anciano solitario invita a su familia a celebrar su cumpleaños 93, pero solo se presenta un desconocido
El deseo del 93 cumpleaños de Arnold era simple: oír la risa de sus hijos llenar su casa por última vez. La mesa estaba puesta, el pavo asado y las velas encendidas. Las horas de espera se prolongaron en un doloroso silencio hasta que llamaron a la puerta. Pero no era a quien había estado esperando.