Pareja ve foto de perrito en refugio y supieron que debían ayudarlo de inmediato
La mujer dijo que jamás en su vida había visto a un perro con aspecto más triste y lastimero. Es algo que simplemente rompe el corazón. Y los hizo entrar en acción.
Cuando Jessica Williams y su novio Jared se mudaron recientemente a un apartamento que permite mascotas, Williams quiso cumplir su sueño de adoptar un perrito. Su novio le dijo que lo harían para su cumpleaños en noviembre, pero estaba tan emocionado que comenzó a buscar refugios en línea de una vez.
Y se topó con un perrito muy necesitado, como reporta The Dodo. Benji era un perrito callejero de Los Angeles, llevado a un gran refugio público. Temía mucho a la gente, y una alergia a las pulgas le hizo perder casi todo el pelaje. Benji no sería el candidato ideal para muchos, pero Williams no podía dejar de pensar en él.
"Estuvo en el refugio por 10 días y no lo manejaba muy bien", dijo Williams a The Dodo. "Gruñía y ladraba a la gente que pasaba. Nunca había visto a un perrito tan triste, y supe que no podíamos dejarlo ahí".
Williams y su novio viven en Sacramento, y Benji estaba en LA. Condujeron seis horas por él. Sabían que Benji valdría el esfuerzo. Cuando llegaron al refugio, entraron y dijeron que querían adoptar a Benji. El personal no tenía mucha fe en el perrito, y trató de disuadir a la pareja de llevárselo a casa.
"El refugio nos dijo que no era amistoso y se negó a llevarnos a un área de espera calmada para conocerlo porque no sería un perro que se nos acercaría cariñosamente", dijo Williams. "Sabíamos que había una gran posibilidad de que lo pusieran a dormir y no queríamos que muriera".
Imagen tomada de: Pixabay
A pesar de la recelosa naturaleza de Benji y la advertencia del refugio, la pareja ya se había decidido por llevarse a Benji a casa, e hicieron oficial la adopción. El viaje de 6 horas de vuelta a Sacramento fue duro, pues Benji seguía muy receloso y confundido.
Al llegar a casa, mantuvo su distancia por un rato, pero días después, algo hermoso pasó. En cuanto Benji entendió que estaba a salvo en un hogar amoroso, comenzó a salir de su caparazón, y se transformó en un perrito dulce y juguetón, como sus nuevos padres siempre sospecharon que sucedería.
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"Le encanta venir y lamernos las caras y jugar con sus juguetes", dijo Williams. "¡Es tan chistoso ahora! Hace locuras después de que lo bañan. Comienza a ladrar en cuanto entramos al auto, como diciendo, ¡hay que movernos, vamos!".
Ahora, Benji disfruta pasar tiempo con su familia, y ellos aman llevarlo a todas partes. Le encantan los restaurantes y pasear con sus papás, o simplemente estar en casa. A tan solo 3 semanas en su nuevo hogar, su recuperación es increíble. Nos recuerda a la historia de Mikey, otro perrito con un pasado traumático que intenta salir adelante.