Empleado de aeropuerto tenía día normal de trabajo hasta que decide abrir una maleta sin permiso
Uno de los pasajeros captó el momento en el que uno de los maleteros revisaba el equipaje que trasladaba, hasta conseguir un altavoz que rápidamente se llevó al bolsillo.
Una de las pesadillas de todo viajero, es que le abran las maletas sin permiso y que sus cosas se desaperezcan en el limbo del sistema de cualquier aeropuerto. Este miedo se hizo realidad para una pasajera de la aerolínea Ryanair.
Al embarcarse en el avión, Kiko quedó junto a una de las ventanas, desde donde se podía ver claramente como los empleados del aeropuerto de Ibiza cargaban el equipaje a la nave.
Así fue como se volvió testigo de un crimen que un maletero estaba cometiendo descaradamente en plena pista.
Créditos de la imagen: YouTube / Ponele
¡INFRAGANTI!
Kiko entonces tomó su teléfono y comenzó a grabar al sujeto mientras revisaba cada maleta. En una de ellas el hombre cantó ¡Bingo!, pues al encontrar un altavoz valorado en 140 euros, el empleado simplemente se lo metió el bolsillo y continuó su trabajo, informó Perú 21.
Créditos de la imagen: YouTube / Ponele
Ante el hecho, Kiko le mostró el video a una de las azafatas, quien de inmediato contactó con la Guardia Civil e incluso lo bajaron del avión para resovel el asunto.
Créditos de la imagen: YouTube / Ponele
Según El Diario de Ibiza, la dueña de la maleta identificó al ladrón y le agradeció al Kiko su noble inciativa. El hombre del delito fue posteriormente despedido y tanto la aerolínea como el aerpuerto se disculparon con él y con la mujer afectada.
Créditos de la imagen: YouTube / Ponele
CASOS RAROS EN AEROPUERTO
Otro evento extraño en un aeropuerto fue cuando una maleta con una gran nota que decía "Bomba a Brisbane", llamó la atención de todo el protocolo de seguridad del aeropuerto, interrogando incluso a la dueña anciana, quien explicó que en verdad quiso escribir "Bombay a Brisbane".
Pero viendo todo desde un punto de vista positivo, al menos al ladrón maletas del aeropuerto de Ibiza no le interesa el hurto de aviones como a Richard, un mecánico del aeropuerto de Seattle que se robó un avión para hacer piruetas en el aire y aunque no se sabe si fue suicidio, el empleado estrelló el Q-400 para 80 pasajeros en una isla desbitada.