Astuta profesora enseña a sus alumnos a pedir ayuda sin vergüenza utilizando la 'caja'
Hay maestros que van más allá de su labor y cómo la profesora de esta historia entienden que una buena educación va más allá de la simple instrucción.
Julia Brown es una maestra que lleva 15 años en la escuela secundaría y hace poco ideó una forma muy creativa de conocer las necesidades de sus alumnos.
No solo eso, la forma de ayudarlos de manera personal a cada uno. Ella colocó en su aula la caja de "Necesito" y ha sido todo un éxito.
Al lado de la caja ella colocó papelitos para notas y lápices. Los estudiantes que tengan alguna necesidad que no deseen expresar en voz alta, pueden escribirla y depositarla en la caja.
Las necesidades pueden ser de todo tipo: afectivo, material, por bullying, consejería, espiritual y muchas más.
La estrategia ya ha dado grandes resultados. La primera semana dos niños informaron de una situación de acoso y para la segunda semana ella cambió la dinámica de participación. Ahora cada niño debe acercarse a la caja cada día y depositar un papel en ella, aunque no haya escrito nada.
Los pedidos de ayuda no se han hecho esperar. Abarcan desde necesidades específicas de suministros, cambios de asientos, apretones de manos especiales al ingresar a clases, ayuda después del horario escolar, situaciones de acoso escolar e incluso abrazos diarios.
La maestra publicó su historia en Facebook y allí recibió varios comentarios elogiando su hermosa labor y eficaz idea. Esto refuerza los lazos de confianza entre maestra y alumno, incluso, los muchachos ya se han acercado personalmente a ella para comentarle sus dificultades.
Hay muchos maestros y maestras en busca de ayuda para sus alumnos y que hacen todo por ayudarlos. ¡Se toman en serio su labor! Así es la historia de una profesora que decidió hablar en el avión sobre sus estudiantes de escasos recursos sin imaginar lo que lograría.
Cuando la docente Kimberly Bermúdez estaba en un vuelo a Florida para visitar a sus padres, y su compañera de viaje le preguntó qué hacía para ganarse la vida, ella le contó sobre sus estudiantes de primer grado.
Le dijo que todos sus alumnos provienen de familias de bajos ingresos. Tanto, que algunos ni siquiera tienen hogar. Entonces, la mujer le preguntó: "¿Cuál es la parte más desafiante de tu trabajo?" Su respuesta fue:
"Cuando los niños van a la escuela con hambre, y ven a padres inmigrantes que trabajan esforzándose por satisfacer las necesidades básicas de sus familias".
La compañera de asiento le dijo que su compañía hace donaciones a escuelas como la suya, y ella dijo con entusiasmo que la institución donde trabaja, Carlos Fuentes Elementary, la recibiría con agrado. ¡Nunca sabes donde encontrarás al ángel que te espera justo con lo que necesitas!