Aterrado y descuidado perrito luce casi irreconocible tras ser rescatado
La dura vida que tuvo lo convirtió en un cachorro desnutrido, enfermo y desconfiado. Pero tuvo suerte de toparse con personas que con paciencia y cariño lo enseñaron a ser un perro feliz.
Cuando lo llevaron a un refugio de Texas (EEUU) en mayo pasado, este pastor alemán mestizo estaba en pésimas condiciones. Delgado y con afecciones de la piel, su curioso par de ojos (uno azul y el otro marrón), reflejaba una enorme tristeza. También se aterrorizaba si cualquier humano se le acercaba. Había aprendido a temerles.
Debido al color intenso de su ojo derecho, en el refugio donde llegó con su hermana Roxanne, lo llamaron Blue. Con ambos había que realizar un gran trabajo y quizás sería difícil hallar quién lo hiciera, pero la buena estrella estuvo de su lado, cuando el equipo de Shenandoah Shepherd Rescue fue a verlos y decidió rescatarlos y hallarles nuevos hogares en Virginia.
Sin embargo, antes de emprender el largo viaje, era necesario brindarles a ambos animales una urgente atención médica. Entonces los llevaron a un hospital donde el veterinario que los examinó hizo un alarmante descubrimiento.
Blue tenía parvovirus, una enfermedad que ataca y descompone los revestimientos intestinales. Si no se trata, el parvo es casi siempre mortal.
"Hubo un momento en el que definitivamente estaba muy enfermo, y no estábamos 100% seguros de que lo lograría", dijo a The Dodo Kaitlin Vázquez, cofundadora de Shenandoah Shepherd Rescue.
VENCIENDO EL RECELO
Roxanne había compartido una perrera con Blue, pero por suerte no había contraído el parvovirus. El grupo de rescate la transportó a Virginia y la colocó en un hogar de acogida para que estuviera a salvo.
Pero Blue tuvo que quedarse hospitalizado durante más de un mes, aunque valió la pena, pues se recuperó de su dolencia y también fue llevado a Virginia, donde no tardaron en encontrar a un alma bondadosa y amante de los perros, Julia Downer, quien se ofreció a cuidarlo mientras se le buscaba un hogar definitivo.
"Me sentí atraída por su linda carita", dijo Downer a The Dodo. "Roxanne ya tenía un hogar de acogida, así que prácticamente les supliqué que me dejaran acoger a Blue".
Así se hizo y ella estaba muy contenta, pero cuando el cachorro llegó a su casa, Julia se percató de que ganar la confianza de Blue y cambiar sus actitudes iba a ser todo un desafío.
"Cuando llegó aquí por primera vez, estaba completamente cerrado", explicó Downer. "Era como si realmente no supiera cómo ser un perro".
Era un animal esquivo y receloso que no quería que nadie, ni siquiera Julia, lo tocara.
"Encontró un lugar frente a nuestro lavaplatos, y no lo dejaba por nada", dijo Downer. "Si caminaba hacia él, corría en círculos hasta que yo no estuviera, y regresab a su lugar y se sentaba allí y me miraba. Fue un poco molesto y me rompía el corazón ver a un perro tan asustado e inseguro".
NUEVAS AMISTADES
Por fortuna, Julia Downer tenía otros dos perros en su casa, Simba y Koda, que ayudaron a Blue a vencer sus miedos.
Fue así como el traumatizado animal empezó a actuar como una mascota y se atrevió a explorar más la casa, hasta que un día la mujer descubrió que Blue disfrutaba jugando con una pelota de tenis.
"Tenemos un par de pelotas de tenis viejas que tiramos, y un día pateé una para ver cómo respondía y le encantó", dijo Downer. "No es muy bueno para devolver el balón, pero esto puso de manifiesto su alegría".
Después de unas semanas con Downer, Blue se había convertido en un perro diferente.
"Saltaba sobre la cama y se acurrucaba con nosotros, y se quedaba en el sofá", dijo Downer.
El perrito se volvió tan amoroso que ella se encariñó y estuvo tentada de quedarse con él.
Sin embargo, pero cuando una persona perfecta se ofreció a adoptarlo, no pudo decir que no, y Blue se fue a vivir con su nueva mamá en septiembre.
"Estaba tan emocionada", dijo Downer. "Ella me envió una foto de Blue frente al océano la primera semana que lo tuvo, y se podía ver lo feliz que estaba".
"Ella también es una ávida caminante, y me contó sobre los paseos que realiza cada mañana, y va por uno más largo cada fin de semana, y eso es justo lo que necesita Blue: él necesita una familia con mucha energía", agregó.
La asombrosa transformación de Blue fue una gran satisfacción para Shenandoah Shepherd Rescue. "Terminó siendo un tipo muy amigable y despreocupado", afirmó Kaitlin Vázquez.
Definitivamente, él y su hermana Roxanne lo que necesitaban era un poco de amor, como el que les brinda el docente Domenick Escudera a los peludos que perdieron sus extremidades.
Desde hace años, la pasión de este profesor de teatro y danza es rescatar, adoptar y hacer felices a perros de dos patas, adaptándoles aparatos ingeniosos para que recuperen su movilidad.
Sin duda, una labor digna de admirarse, cuyos increíbles resultados puedes conocer aquí.