"A las 17:30 de cada 24 de enero me siento morir": Padre de Marta del Castillo
Han pasado 10 años desde que Marta del Castillo fue asesinada y su cuerpo escondido. Hasta el momento, se desconoce el paradero del cadáver y sus últimos momentos de vida permanecen confusos.
Su padre, Antonio del Castillo, aceptó ser entrevistado por el diario La Razón, para aclarar por cuál versión de los hechos se inclina.
La noche del 24 de enero de 2009, Marta salió de su casa familiar para visitar un piso en la calle León XIII, en Sevilla, Andalucía, pero nunca regresó.
El piso era lugar de reunión de los amigos de la joven entre los que se encontraban Miguel Carcaño, su asesino confeso. A lo largo de la noche Samuel Benítez, Javier García Marín “El Cuco” -el único menor de edad al momento del crimen- y María García, novia de Francisco Javier Delgado, hermanastro de Carcaño, pasaron por la casa en un momento u otro.
Según sus declaraciones, Carcaño asesinó a Marta de un golpe con un cenicero, e intentó violarla junto a “El Cuco”.
Tres semanas después de que Antonio del Castillo denunció su desaparición y de que cientos de personas peinaron distintas áreas intentando hallarla, Carcaño ‘admitió’ haber matado a Marta y haberla lanzado al río Carcaño.
Pero poco a poco, la información se fue distorsionando y las personas mencionadas anteriormente empezaron a salir con declaraciones incongruentes y distintas de las de los otros.
El lugar en donde se ‘desechó’ el cadáver de Marta ya no era un río, sino un basurero, pero tras incesantes búsquedas nada se consiguió.
Actualmente, solo Carcaño está tras las rejas. Fue condenado a 21 años y tres meses de prisión en enero de 2012, y la está cumpliendo en la cárcel de Morón de la Frontera, en Sevilla.
“El Cuco” también fue a prisión por encubrimiento, pero al tener 15 años al momento de cometer el delito, cumplió solo tres años de internamiento en un centro de menores. Francisco Javier Delgado, su novia María y Samuel serían absueltos por falta de pruebas.
Una década después, Antonio y su esposa Eva, piden un nuevo juicio para esclarecer las dudas sobre lo ocurrido hace ahora una década y, sobre todo, para saber dónde está el cuerpo de su hija asesinada.
Mientras la familia de Marta sigue con su lucha callada, Samuel Benítez, “El Cuco”, Javier Delgado y María García han recuperado, o al menos lo han intentado, sus vidas.
Antonio del Castillo habló entonces con La Razón, en Toledo, para opinar sobre lo que él cree que pasó la noche del 24 de enero de 2009.
“Me gustaría que el 24 de enero fuese un día normal. Un día en el que no me hunda en la miseria. Evito mirar el reloj, pero a las 17.30 me siento morir. Esa es la hora a la que la vi por última vez”, relató del Castillo.
Después de mencionar algunos detalles de lo que fue su vida tras la muerte de Marta, el devastado padre entonces afirma que cree en la última declaración de Miguel Carcaño, que asevera que todo surgió a raíz de una pelea.
“Hay una pelea en el salón de la casa con su hermano Francisco Javier. Mi hija interviene para defender a Miguel. Se tira a por el hermano por detrás. Le coge del cuello. Y éste, al verse cogido por el cuello, saca el revólver por el cinto y la golpea varias veces. Miguel también dice que se lía a golpes con ella. Me creo que la mataron entre los dos”.
Según él, Francisco Javier llevaba una pistola por su trabajo y que, de hecho, “el Cuco” en su declaración a la policía afirmó que sabía que este tenía una pistola porque él la había visto.
“Luego llega el Cuco y se la encuentra muerta en el salón. Francisco Javier lo amenaza. Ya no sé si el menor salió corriendo o se pudo ir, pero acudió a la cabina y llamó a Samuel a contarle la película”, continuó explicando el señor.
“Mientras Francisco Javier acude a casa de su ex mujer Rosa y le pide el coche para deshacerse del cadáver. Esa señora, en mi opinión, le da coartada porque, aunque él la había abandonado, Rosa estaba profundamente enamorada de él”, relata, mencionando además otros detalles de interés para que Francisco Javier no tuviera problemas con la ley.
Del Castillo continúa diciendo que no sabe dónde está Marta, más afirma que “muy lejos no puede estar porque no tuvieron tiempo (de esconderla)”.
Han pasado diez años, y sigue habiendo muchas incógnitas sobre lo que pasó ese día, y muchos comportamientos incomprensibles.
“Estoy en el convencimiento de que ella (María García) sabe mucho más de lo que dice. Yo llego a la casa de Miguel sobre las 00:45 (...) la casa está toda a oscuras y las persianas bajadas. En teoría, ella estaba dentro estudiando, pero yo aporreo la persiana y nadie responde. Asegura que no escuchó nada. Pero es que además un vecino vio después de la una y media de madrugada a Miguel con una silla de ruedas en el portal”, indicó, haciendo entender que así fue como sacaron el cuerpo de la chica.
También afirmó que esa casa olía a lejía, presuntamente por haber limpiado la sangre de Marta.
A estas alturas, el caso sigue abierto, pero sin avances.
“Ya me da lo mismo. Hubo un tiempo que me cegó la ira. Solo quería condenas. Las más grandes. Ahora solo quiero tener un poco de paz para mi familia y para mí. Por favor, suplico que me dejen tener los huesos de mi hija. Nada más”.