Michael Cicconetti, el implacable juez que aplica las penas más duras contra el maltrato animal
Este célebre juez ha ingeniado una gran forma de darle a los abusadores de animales una dosis de su propia medicina.
Las sentencias creativas como la de Mardi Gras han convertido al querido juez local, Michael Cicconetti, en un héroe popular en los Estados Unidos, como el jurista de sentido común que utiliza métodos no convencionales para exigir justicia.
Ha desarrollado tal reputación que él sus métodos han aparecido en programas de televisión desde el Dr. Phil hasta Good Morning America.
Cicconetti nunca estuvo obligado por la convención. Como estudiante de la Escuela Secundaria Riverside de Painesville, clase de 1969, jugó fútbol y realizó el papel principal en la obra de su clase en su tercer y último año.
De joven, trabajó durante una temporada en un barco de mineral de los Grandes Lagos, visitando lugares como Green Bay, Wisconsin.
Después de una temporada en el Colegio Comunitario de Lakeland, Cicconetti se inscribió en la Universidad de St. Leo en Florida, donde obtuvo un título en ciencias políticas y educación secundaria.
En 1973, consiguió un trabajo de medio tiempo como ayudante de los comisionados del condado de Lake, donde fue puesto a cargo de tratar con los perros no registrados del condado.
Él y un equipo de estudiantes universitarios que ganaban $2.25 por hora iban de puerta en puerta registrando perros rebeldes.
Como resultado, dos abogados presentaron una demanda contra el condado, alegando que la represión de perritos constituía una búsqueda e incautación ilegales, y que era invasión de la privacidad.
Debido a esto, se vieron obligados a detener esta práctica, pues era muy controvertida.
Posteriormente, Cicconetti comenzó una práctica legal en el condado de Lake y se ganó una reputación de representación y no convencionalidad.
El juez recuerda que una de sus primeras sentencias creativas fue sobre una mujer que conducía su automóvil alrededor de un autobús escolar detenido a fines de los años noventa. La sentenció a viajar en el autobús con los niños que pudo haber lastimado.
Ahora, el célebre juez del tribunal municipal de Painesville está programado para retirarse pronto. Él anunció que se jubilaría este año.
Otras de las oraciones más creativas de Cicconetti incluyen a un hombre condenado a cortar el césped con un cortacésped manual después de usar un cortacésped para formar obscenidades en el césped de una escuela.
En otro caso, un hombre fue condenado por robar un salvavidas de Lake Metroparks. Se enfrentó a un tiempo en la cárcel, pero el juez lo condenó a repartir volantes que tienen información sobre qué hacer si ven a alguien ahogándose.
Sin embargo, Cicconetti es un gran amante de los animales y decidió dedicar su carrera a hacer justicia y defender a las inocentes criaturas.
El juez Cicconetti siempre sigue las leyes y reglas de conducta ética, y no impone castigos sin fundamento. Pero ha ingeniado una gran forma de darle a los abusadores de animales una dosis de su propia medicina.
Por ejemplo, el año pasado se le presentó el caso de una mujer cuyo perro fue sometido a un terrible abandono y soledad.
Michael decretó que la mujer tendría que pasar todo el día en un basurero local y ella no estuvo nada satisfecha con la sentencia. Conoce más detalles de su caso aquí.