Extraña cubre a embarazada con su cuerpo en masacre de Vegas. Tras meses, vio al bebé que salvó
Los momentos más arduos y dolorosos son el crisol en el cual la vida forja nuevos héroes, a la medida de sus tiempos.
Según reporta Western Journal, las más terribles tragedias suelen ser el escenario donde emergen héroes, dispuestos a ponerlo todo en riesgo por salvar una vida, o dos. En la masacre del pasado 1 de octubre en el Festival de la Cosecha Ruta 91, en Las Vegas, Sue Ann Cornwell, de 52 años, fue una de tantos héroes ese día.
Miriam Luján, en el momento del tiroteo, tenía siete meses de embarazo y disfrutaba el concierto con dos amigos. Se acercó al escenario para ver a Jason Aldean, y estaba justo detrás de Cornwell y su hermana Billie Jo LaCount.
Cuando empezaron los disparos, LaCount cubrió el estómago de Luján con una mochila color rosa que las hermanas habían traído consigo. Luego, Cornwell se echó sobre su hermana y la mujer embarazada para proteger a ambas.
“No quiero que mi bebé muera”, dijo Luján. Cornwell respondió: “Tu bebé no va a morir mientras yo esté aquí”. Las mujeres se escondieron detrás de un puesto de limonadas durante una pausa, y eventualmente escaparon a través de una cerca derribada, pero olvidaron intercambiar sus nombres.
Meses después de esa terrible noche, Luján estaba revisando comentarios en un grupo de Facebook de sobrevivientes de la masacre de Ruta 91, y halló a la mujer que salvó su vida y la de su bebé.
“Estoy tan feliz de que me hayas encontrado”, dijo Cornwell. “He estado buscando”.
Las mujeres finalmente se reunieron en el Las Vegas Community Healing Garden, y Cornwell pudo ver al bebé que salvó con su valentía.
Cornwell tomó al pequeño Xander en sus brazos y el bebito de 4 meses comenzó a llorar. Al igual que calmó a su madre hace tantos meses, Cornwell habló con calma al chico.
“La tía Sue Ann te tiene. Llora todo lo que quieras, estamos felices de que puedas llorar”, le decía la mujer al mecerlo.
La chofer de autobús escolar retirada le regaló unas pequeñas botitas a Xander, además de un pequeño autobús escolar amarillo y botas de vaquero, entre varios otros regalos.
“Ya es parte de la historia, y ni siquiera lo sabe”, dijo Cornwell. “De todo lo feo, aquí está este pequeñín que sobrevivió”.
Luján agregó que “Quiero que recuerde los buenos momentos. Quiero que recuerde a toda esa gente que no lo logró, y que recuerde que la gente ayuda a los desconocidos a sobrevivir. Y que sí algo así le llega a pasar, espero que él haga lo mismo”.