Colegialas japonesas se ven obligadas a quitarse la ropa interior en el aula por una razón repugnante

Japón nunca deja de sorprendernos. No solo se vive en él un estilo de vida totalmente diferente al nuestro, sino que sus costumbres y tradiciones siempre llaman la atención y nos resultan impactantes.

El entretenimiento es uno de los ámbitos más resaltantes, ya que la industria japonesa no esconde temas que en otros países todavía son tabú, como es el caso de los servicios sexuales que, generalmente, son poco convencionales.

La imaginación en esta área del disfrute puede ir más allá de lo que estamos dispuestos a entender, cuenta el portal web ¡Qué pasada!

Las tiendas fetichistas forman parte de lo que es considerado común y en ellas se puede encontrar, y adquirir legalmente, hasta ropa interior femenina usada que aún conserve el olor de sus dueñas.

Se utilizan cajas especiales para empaquetar las bragas y en ellas se coloca una foto de la chica que las llevaba puestas. Incluso este proceso ya cuenta con máquinas especiales que permiten aumentar las ventas y luego son entregadas a catadores por miles de yenes.

Con el fin de atraer más clientes, las industrias dedicadas a este tipo de servicio promueven el negocio mediante sesiones de fotos eróticas de sus trabajadoras disfrazadas de colegialas, ya que las jovencitas son las más populares entre los compradores.

Estudiantes de cursos superiores están al tanto de esta costumbre popular convertida en negocio y han decidido formar parte de él vendiendo sus bragas para obtener ganancias sin intermediarios.

El costo de la ropa interior usada es mayor de lo que les costará adquirir una nueva, por lo tanto resulta rentable y no se toma en cuenta la moral, pues los clientes quedan más satisfechos con mercancía fresca.

Sin embargo, muchos han salido en defensa de sus criterios morales con respecto al tema y se han sentido indignados con el comportamiento de las estudiantes. Es por ello que las instituciones educativas introdujeron un control sorpresa de la ropa interior de las alumnas para evitar que alguna chica esté participando

Por eso, a las chicas se les ordena bajar sus panties y mostrarlas a los supervisores en las escuelas.

Aunque este “control sorpresa” no sea muy rentable, ya que las chicas pueden llevar un cambio de ropa interior para ponerse luego de la transacción, ya se empezó a implementar y se suma a otra de las rarezas del país del Sol Naciente, ¿no crees?