A 1 año de muerte de madre, niña ve a mujer idéntica a ella en el metro - Historia del día
Una niña que estaba de luto por la muerte de su madre se encontró con una mujer en el metro y pensó que sería la mamá perfecta, y una pareja ideal para su afligido padre.
Cuando Kayla tenía solo dos años, su madre cayó enferma. A menudo tenía que ausentarse, por lo que su abuela se fue a vivir con ellos. Kayla amaba mucho a su mamá, y sabía que cuando volvía del hospital, estaba mejor.
Siempre regresaba sonriendo y feliz, jugaba con ella y se reía mucho. Así fue la vida por largo tiempo, hasta que un día, la mamá de Kayla simplemente no regresó.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Shutterstock
En aquel entonces, Kayla tenía cuatro años. Un día estaba jugando con sus muñecas en la sala de estar cuando escuchó a su papá entrar, y luego oyó a abuela hacer un sonido extraño y muy triste.
Entonces su padre entró a la sala y se sentó en el suelo junto a ella. Kayla sabía que algo andaba mal porque él tenía los ojos muy rojos. Tomó la mano de la niña gentilmente y le dijo: "Cariño, tengo una mala noticia. Mami se fue al cielo para ser un ángel".
Kayla se quedó sentada, sin mover un músculo ni decir una palabra. Luego levantó la mano. "Por favor, papi, detente. Mami ya me dijo que quizás tendría que ser un ángel por un tiempo, pero que luego volvería".
El padre de Kayla, Harry, no supo qué hacer o decir. Se quedó callado y tomó la mano de la niña firmemente. "Papi... voy a extrañar mucho a mami mientras no esté", reconoció la pequeña.
Harry abrazó a su hija con fuerza mientras ambos lloraban en silencio. Sería difícil seguir adelante sin su dulce esposa. Ya echaba de menos su gran sonrisa y su fe de que todo siempre saldría bien.
El año siguiente, Harry, Kayla y la abuela se esforzaron mucho por volver a ser una familia feliz, como antes de que muriera mamá. Fue difícil. Kayla extrañaba a su madre todos los días, y sabía que su papá sentía lo mismo.
"¿Cuándo volverá mamá?", preguntó a Harry una mañana cuando la llevaba a la escuela. "Ha pasado un año, papá. Ya debería haber vuelto a casa".
"Ay, hija mía", dijo Harry gentilmente. "Mami no quiso decir que volvería con nosotros aquí. Nos encontraremos con ella en el cielo... algún día",
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Pero Kayla sacudió la cabeza. "No, papá", dijo con firmeza. "Sé lo que quiso decir. Dijo que yo volvería a tenerla, que volvería a tener mamá".
Al día siguiente, cuando Harry estaba a punto de llevar a Kayla a la escuela, descubrió que su auto no arrancaba. "¡Diablos!", dijo frustrado. "¡Tendremos que tomar el metro!"
Kayla sentía mucha curiosidad; nunca antes había estado en el metro Subieron a un vagón y comenzó a mirar a todos los extraños a su alrededor. Luego le susurró emocionada a Harry: "¡Papá! ¡MIRA! ¡MIRA!"
Señaló a una mujer voluptuosa con una dulce sonrisa sentada frente a ellos. "¿Ves a esa señora bonita? ¡Tiene los ojos de mami y la sonrisa de mami! ¡Es idéntica!", susurró emocionada.
La mujer notó a la niña mirándola fijamente y sonrió y la saludó. Avergonzado, Harry se disculpó con la desconocida, pero Kayla le preguntó directamente: "¡Hola! ¿Estás casada? ¿Quieres ser mi mamá?".
La mujer se rio y respondió: "¡No estoy casada! Y, bueno, la verdad espero algún día tener la suerte de ser mamá de una niña tan adorable como tú".
Por suerte para Harry, que estaba rojo como un tomate de la vergüenza, la mujer se bajó en la próxima parada. Pero Kayla no podía dejar de hablar de ella. Decía que era su mamá, que había vuelto y haría sonreír a papá.
Al día siguiente, el auto de Harry seguía averiado, así que tuvieron que tomar el metro nuevamente. La mujer del día anterior estaba ahí. Kayla corrió hacia ella de inmediato. "Hola de nuevo", dijo. "¿Me recuerdas?"
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La señora se rió y dijo que la recordaba muy bien. Las dos charlaron hasta que llegaron a la parada de Kayla. La niña estaba encantada.
"¿Viste, papá?", dijo la niña a su padre tras bajarse del metro. "Fue mágico. Mami hizo que la señora bonita estuviese allí. Como me lo prometió antes de irse".
Al día siguiente, Harry recuperó su auto, por lo que no habría más encuentros con la señora del metro. O, al menos, eso pensó. Iban conduciendo cuando Kayla exclamó: "¡Detente, papá, es la señora bonita!".
Tenía razón. La "señora bonita" iba caminando por la calle. Kayla hizo que su padre se detuviera y le ofreciera un aventón. Ella se sentó al frente, junto a Harry, y Kayla quedó encantada. Su papá sonreía y lucía feliz.
Ese fue solo el primero de muchos encuentros. Luisa y Kayla se hicieron grandes amigas. Harry terminó decidiendo que Kayla tenía toda razón, y que Luisa sería una madre maravillosa, así que se casó con ella.
Kayla le dijo a Luisa que sabía que su mamá la había elegido como para reemplazarla. Kayla adoraba a Luisa, pero nunca olvidó a su ángel guardián, su mamá. Cuando nació su hermanita, la llamaron Ángela.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Los niños son más sabios que nosotros, y por eso creen en los milagros. Kayla creía que su madre le enviaría una nueva madre. Decidió que Luisa era la indicada, y tenía razón.
- Nuestros seres queridos pueden partir, pero seguirán por siempre en nuestros corazones. Kayla perdió a su mamá, pero nunca la olvidó ni dejó de amarla.
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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.