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Niño come hamburguesa en casa y termina en emergencias tras tragar peligroso objeto metálico

Ksenia Novikova
11 ago 2018
02:45

Esta es una de esas historias que toda madre debería conocer para prevenir que sus hijos tengan que pasar por este tipo de situaciones.

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Hay que recordarles a los niños que beban bastante agua, para que se mantengan hidratados, que usen bloqueador solar en especial en el rostro y lleven el calzado adecuado si van a estar a la intemperie.

Por otro lado están las barbacoas. Como reseñó Newsner, es normal que las familias aprovechen el buen clima para hacer una parrilla en el jardín de la casa, disfrutar del aire libre y la compañía de sus allegados.

Tal es el caso de Nadia, quien, junto a su familia, se preparaba para hacer una barbacoa en agosto de 2016. Lo que esta madre nunca se imaginó era que los instrumentos con los que prepararían la comida serían una amenaza.

Todos estaban ansiosos y no veían la hora de deleitarse con unas jugosas hamburguesas preparadas a la brasa, y Anthony, el hijo de Nadia, fue uno de los primeros en hacerse una.

Imagen tomada de:  YouTube.com / CBC News

Imagen tomada de: YouTube.com / CBC News

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Sin embargo, cuando el niño le dio el primer mordisco a su tan esperada hamburguesa, la cara de entusiasmo que tenía se desvaneció.

Luego, Anthony le alertó a su madre que sentía que algo le raspaba la garganta, como si fuera una jeringa. Entonces Nadia quedó aterrorizada y sin pensarlo llevó corriendo a Anthony al hospital.

En ese lugar le hicieron una radiografía de esa zona para ver si tenía algo dentro que le causara esa sensación.

Imagen tomada de:  YouTube.com / CBC News

Imagen tomada de: YouTube.com / CBC News

Fue en ese momento cuando el médico descubrió algo que le hizo actuar de inmediato.

Lo que el infante tenía alojado en su garganta y que se sentía como una jeringa, era la cerda de un viejo cepillo para parrilla que la familia había utilizado para hacer la barbacoa.

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El cepillo que utilizaron para limpiar la rejilla estaba muy usado y viejo y por eso una de las cerdas se desprendió y se quedó incrustada en la carne de la hamburguesa.

Como resultado, el niño también sufrió una infección, pero no fue grave y pudo seguir disfrutando del verano.

Ten en cuenta esta historia la próxima vez que vayas a hacer una barbacoa en familia, ¡la prevención siempre es la mejor herramienta!

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