Enfermera desafió el protocolo para que un paciente terminal dijera adiós a su perro
Después de que su esposa murió hace ocho años, Peter Robson compró un perrito Border Collie que le ayudó a sanar el corazón roto.
Shep fue el fiel compañero de Robson, después de que a los 70 años sufrió la pérdida de su pareja. Así fue hasta el pasado 29 de marzo, cuando el hombre fue internado en el Hospital Ninewells de la ciudad de Dundee, Escocia, y yacía en una cama, listo para respirar por última vez.
Pero según contó Liftable, Robson tuvo una última petición: despedirse de su amado Shep.
Por lo general, los perros no están permitidos en los hospitales, pero la enfermera encargada del NHS Tayside, Cheryl Whyte, se las arregló para lograr esa visita.
La nieta de Robson, Ashley Stevens, compartió imágenes del emotivo momento en Facebook y envió un agradecimiento a la amable enfermera.
Las imágenes muestran el vínculo entre el hombre y su fiel compañero, y lo mucho que significaba para él tener esos últimos momentos con su perro.
Mira el emotivo momento en el siguiente video:
"Absolutamente asombrada y emocionada hoy por el hospital NHS Ninewells, pues el último deseo de nuestro abuelo fue ver a su perro una vez más", escribió Stevens.
"Todavía en estado de shock porque el deseo fue otorgado hoy y fueron más allá: hicieron a un moribundo muy feliz”, agregó.
"Chyerl Whyte, enfermera de la sala 3, eres un ángel absoluto y todos estamos eternamente agradecidos de que sepas lo que esto significa para nuestro abuelo".
"Dejaré que estos momentos hablen, gracias NHS. Por favor, comparta esto, todos deben saber qué enfermeras y personal increíble tienen en ese hospital", prosiguió Ashley Stevens.
Una enfermera de alto rango en el pabellón 3, Fiona McCallum, comentó:
"Estoy muy orgullosa de Cheryl y del resto del equipo por este acto de cariño y compasión. El equipo trabajó con colegas en el control de infecciones para que esto sea posible y no puedo sino agradecerles a todos por ir más allá para brindar consuelo al Sr. Robson y su familia".
"El equipo de sala 3 ha hecho algo maravilloso", agregó Lesley McLay, directora ejecutiva de NHS Tayside. "A menudo son pequeñas cosas las que significan más para los pacientes y sus familias y estoy muy contenta de que el personal haya podido otorgar este deseo".
Robson murió poco después de que Shep lo visitara, pero todos estaban muy contentos porque las enfermeras pudieron concederle su último deseo.