Chiste del día: Un hombre llegó al cielo pero no aparece en la lista de los buenos

En vida, todos se preguntan si existe un cielo y un infierno. La gran mayoría ignora la respuesta, pero siempre esperando que al fallecer su alma vaya directo al primer destino.

Hay personas que siempre tratan de obrar bien para que esto les ocurra. Mientras que otras, que no dan tanta importancia a esa interrogante existencial, actúan sin importar las consecuencias.

En tremendo lío se vio involucrado un hombre que al morir subió al cielo y se dio cuenta de que no aparecía en la lista de los buenos. Pero tampoco se esperaba el final que le tocó vivir.

Cuando se encontró en las puertas de la casa de Dios, el encargado del acceso le preguntó su nombre y apellidos. “Facundo Orta”, respondió él.

“Vaya por Dios, no me aparece en pantalla”, le informaron al fallecido y él, sorprendido, indicó: “Pero, ¿Y eso?, si yo he sido muy bueno, muy bueno”.

Sin importar sus aseveraciones, le dieron la noticia de que tendría que probar suerte en el infierno. Facundo no estaba convencido, así que reprochó: “Pero, no puede ser, si yo…”.

“Nada, nada, ya le digo que su nombre no aparece en la pantalla, y por favor no nos interrumpa que tenemos mucho lío”, zanjó atareado el encargado de las puertas del cielo.

Una vez en el infierno, el protocolo fue el mismo. El que se encontraba en la entrada le preguntó su nombre y apellidos. “Facundo Orta”, indicó el hombre, a la expectativa de la respuesta.

“Uhm, no aparece en pantalla. Va tener usted que pasar por el purgatorio”, le indicaron. “Pero oiga, ¿Qué dice?”, reclamó Facundo, recibiendo una vez más una respuesta tajante: “Sí, sí y además no me entretenga, ¿No ve que estoy ocupado?”.

Después de dar su nombre y apellidos en las puertas del purgatorio, la misma respuesta lo sorprendió: “No, no aparece en pantalla, tiene usted que reencarnarse. Puede elegir entre un rinoceronte o una gallina andaluza. Ni modo”.

De repente Facundo aparece en una granja (convertido en gallina) entre otras dos aves similares que le preguntan: “Esto, ¿También reencarnación?”, a lo que Orta respondió afirmativamente.

“¿Y aquí, qué hay que hacer?”, preguntó con miedo Facundo. “Pues, poner huevos. Y si no lo logras te pasan al área de despiece”. Qué problema para él, ¡No había puesto huevos en su vida!

“¿Y cómo ponen huevos?”, interrogó con los ojos muy abiertos. “Tienes que apretar. Sí, sí, sí, aprieta”.

Gghrmhnrrrmeegrnmnmgreggmmh…

“¡Facundo! ¡Facundo! ¡Despierta qué te estás haciendo encima!”. Facundo definitivamente no esperaba que este fuese el resultado de su “viaje” al cielo.

Otra historia que seguramente te hará reír a carcajadas es la de un patriarca muy adinerado que lamentablemente perdió la lucha contra una difícil enfermedad.

No obstante, el anciano ya tenía todos los planes preparados para su entierro, así que puso en aprietos a la familia para que cumpliera con su último deseo.

Fuente: Chistes Geniales